El Subsector de Tráfico de la Guardia a Civil de Zamora fue el encargado de controlar y regular el tráfico durante la Vuelta Ciclista a Castilla y León, que celebró su vigésima novena edición los pasados días 16, 17 y 18, con un recorrido de 505 kilómetros, buena parte de ellos, por la provincia de Zamora.
En total, se reguló el tráfico en 55 puntos, en la provincia, dentro de los diversos tramos de recorrido que compusieron las tres etapas.
Esta señalización se hace mediante el uso de banderines que van colocados en las diversas motocicletas que acompañan en todo momento a los ciclistas durante el desarrollo de cada etapa.
Las motocicletas que encabezan la carrera van dotadas de un banderín de color amarillo, que indica la proximidad de los corredores a ese punto, por lo cual los usuarios de la vía deberán prestar más atención a la conducción, llegando a detener el vehículo si fuera preciso u ordenado por los agentes encargados de regulación del tráfico, según detallan fuentes de la Comandancia de la Guardia Civil de Zamora.
El acompañamiento próximo a los corredores lo hacen las motocicletas con banderín rojo, el cual indica el desarrollo de la prueba deportiva, en el que ningún usuario de la vía debe interferir en el trascurso de la carrera hasta que terminen de pasar todos los corredores y la comitiva que la compaña.
Una vez ha pasado toda la caravana de corredores y vehículos de apoyo y participantes en la etapa, la carrera ciclista va cerrada por otra motocicleta de la Guardia Civil de Tráfico, la cual va provista de un banderín de color verde, que indica a los usuarios de la vía que queda recompuesta la circulación normal.
Desde la aparición de la primera bandera roja hasta el paso final del bandera verde se denomina Capsula de la vuelta ciclista, la cual tiene reglamentación propia tanto en desarrollo como en infracciones.
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