Una quintada por partida doble, los nacidos en el 2002 y en 2003, celebra este fin de semana los festejos de la mocedad en Fuentes de Ropel, a la vez que se festeja al copatrón San Blas.

El grupo de jóvenes integrado por: Arturo, María, Paula, Silvia, Jorge, Sara, Carlos, Carla, Vianca, Javi, Pablo, Sandra, Aitor, Diego, Gaizka y Unai, se encarga desde la tarde de este viernes 4 de marzo de abrir las celebraciones con una ronda por los bares del pueblo y una posterior cena que da paso a una sesión de baile con Disco móvil Sonido.

En este sábado 5 de marzo, los jóvenes festejan al copatrón San Blas con una misa en su honor a las 12:30 horas y el recorrido por los bares. A las 16:30 horas está prevista la carrera de cintas a lomos de los caballos con animación musical a cargo de la charanga «los Chumachos». Un recorrido de quintos y amigos por sus casas de paso a la sesión musical con la discoteca Electromoon.

Un poco de historia de los quintos en Fuentes de Ropel

Se trata de un festejo con gran arraigo popular y tradición con documentación original de hace 3 siglos, del 17 de enero de 1731, según recoge el libro «Historia de Fuentes de Ropel» del autor ropelano Tomás Osorio Burón, Licenciado en Filosofía y Teología y amante de la Historia.

La fiesta de quintos tenía como protagonistas a los mozos del pueblo que entraban en quintas, que tenían que cumplir con el servicio militar obligatorio. Por ello, durante muchos años eran sólo varones los que participaban en los distintos actos que se celebraban en la fiesta de San Antón, el 17 de enero. Los jóvenes, tras la misa, se reunían en la plaza Mayor adornados ellos y sus caballos con cintas para enfilar el cmaino «judío» o camino de Villanueva para celebrar la carrera de cintas.

La fiesta continuaba, tras la carrera, con un recorrido del grupo de mozos por las casas de cada uno acompañados de una charanga y degustando dulces y licores. Durante la noche se celebraba la cena de convivencia en una bodega y el baile en el salón del pueblo poniendo así el broche final a la gran jornada de amistad, de fiesta y, sobre todo, de «estreno de la juventud» de los quintos.

Esta era la fiesta que anunciaba la marcha a la mili con la que se pasaba a la mayoría de edad y se celebraba siempre el 17 de enero, fiesta de San Antón. No obstante, el cambio de fecha a San Blas, el 3 de febrero, fue debido a que en la localidad se festejaban ambas fiestas que les separaban en el calendario sólo quince días y, por ello, desde los quintos y el Ayuntamiento se decidió celebrar una sola fiesta, pasando la de San Blas como segunda fiesta principal tras la del Cristo de las Indias que se celebra en septiembre. Ya en los años 90 del pasado siglo se sumaron a la fiesta de quintos las féminas demostrando similar o mayor destreza con las riendas del caballo y el tino en coger la cinta del cajón.

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