La Consejería de Fomento y Medio Ambiente mantendrá los horarios en la línea regular de transporte de viajeros que une Villalpando y Zamora, después de detectar que la adjudicataria los modificó sin comunicarlo al servicio territorial y gracias a una denuncia de un ayuntamiento, por lo que se abrirá expediente a la empresa; mientras que el departamento evaluará los resultados de la línea que discurre entre Fuentesaúco y Salamanca, después de que se aceptará un adelanto de 15 minutos en la salida del viaje en julio (previamente se había denegado una petición de 30 minutos).
“Fue en época estival y no hemos evaluado el funcionamiento. Con sus resultados tomaremos las decisiones definitivas”, expuso el consejero del ramo, Juan Carlos Suárez-Quiñones, a una pregunta del procurador socialista José Ignacio Martín Benito, que había denunciado que se habían cambiado los horarios sin consensuarlo con los ayuntamientos afectados, a lo que el consejero respondió que todas las peticiones de cambios se dialogan con las entidades locales.
Por último, acusó al procurador de “no dedicar ni un segundo” a las medidas tomadas por el Gobierno central en esta materia, que ha reducido en un 50 por ciento “todas las frecuencias”. “Eso les tiene que preocupar”, invitó Suárez-Quiñones, una decisión que se toma, dijo, “para no pagar el canon por déficit de explotación que la Junta sí paga”.
Martín Benito trasladó el “malestar” de los usuarios por estas modificaciones de horarios, porque los “que querían hacer gestiones en Zamora ahora disponen de menos tiempo, a lo que se suman los protocolos COVID y la espera es mucho mayor”.
Además, criticó que la empresa ha cambiado el vehículo de la línea Fuentesaúco-Salamanca, ya que ahora es un microbús, con lo que “han aumentado las quejas de usuarios porque no cumplen las medidas sanitarias”. “Son decisiones un tanto extrañas y chapuceras en la Consejería, como la de colocar los barracones a las puertas de los centros de salud. Es la Junta de 'pesadilla y barracón'; perdón, quiero decir de Castilla y León”, ironizó, para lamentar que “utilicen a los usuarios como conejillos de indias, con la política de prueba y error”.
“Escuchen a los ayuntamientos. Las decisiones consensuadas son más llevaderas y no experimentan tanto rechazo”, comentó Martín Benito, a lo que Suárez-Quiñones respondió que esos nuevos vehículos cuentan con 21 plazas, para una línea, dijo, que tiene una media de 8,5 usuarios y un máximo de 13, cuando la “norma es del cien por cien, usando siempre mascarilla”.
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