Alrededor de 6.000 personas pasan anualmente por la provincia de Zamora para realizar el Camino de Santiago. La Vía de la Plata es testigo de la marabunta de gente que peregrina hasta la Catedral de la ciudad santiaguesa, no sin antes pasar por los albergues de la capital y provincia que dan sentido a esta ruta.
Un recorrido que se trató este sábado en el primer Encuentro de Asociaciones, Caminos y Rutas de la Vía de la Plata con el objetivo de mejorar, ofrecer soluciones y poder sacar conclusiones para ofrecer un mejor producto. En él estuvo Filiberto Hernández, presidente de la Asociación Caminos Vía de la Plata, quien regenta un albergue en Cubo del Vino y que ve cada año a unas 2.000 personas en su hospedaje.
En estas fechas navideñas, bajan mucho las cifras de afluencia: “Desde ahora hasta mediados de febrero, solemos tener unas cuatro o cinco personas por semana aquí”, afirma sobre una tendencia que cambió a partir de 2019: “Antes no venía nadie por esas fechas y eso cambió: ahora prácticamente todos los días pasa alguien por aquí”.
La situación no es nada halagüeña y los problemas aparecen cuando los pueblos continúan quedándose sin gente, un factor que dificulta el recorrido: “Nos estamos quedando sin albergues en la zona de Tábara, Montamarta… Hay que irlo solucionando porque hay tramos que al quedarse sin albergues se quedan colgados. Tiene que haber un servicio para que el peregrino siga viniendo y que de esos puntos se hagan cargos los ayuntamientos o la gente joven”, expresa.
Para Filiberto, uno de los temas más importantes es el de la juventud: “Es importante que la juventud pueda ver que esto es una fuente de ingresos. Tenemos que ser conscientes de que esto es una ventana al mundo y que por aquí pasa mucha gente”, destaca.
“La vida que da la Vía de la Plata a los pequeños pueblos es espectacular. Ves peregrinos y eso te da una riqueza y un movimiento muy necesario. Tenemos que creernos que esto puede ser una forma de desarrollo” - Filiberto Hernández
Un contexto que puede cambiar el trajín de los pueblos, sobre todo pequeños: “La vida que da la Vía de la Plata a los pequeños pueblos es espectacular. Ves peregrinos y eso te da una riqueza y un movimiento muy necesario. Tenemos que creernos que esto puede ser una forma de desarrollo”, concluye.
Una forma de vida en la que las diferentes entidades, así como las administraciones, siguen trabajando para potenciar el producto turístico zamorano y ofrecer el mejor servicio posible a todos aquellos que surquen la provincia de Zamora.
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