Quedan los últimos coletazos en algunas de las denominaciones de origen vinícolas de la Comunidad, pero en general se puede afirmar que se cerrará una buena campaña tanto en cantidad como en calidad, incluso por encima de las previsiones iniciales dada la incertidumbre generada por la pandemia. Pero si algo marca la vendimia de este año sin duda son las medidas de seguridad que han tenido que adoptar todas las figuras de calidad para evitar la incidencia por el COVID-19.
Aunque por el momento no es posible ofrecer cifras definitivas, puesto que algunas denominaciones de origen continúan trabajando en la recogida de la uva, los balances están siendo en general positivos, sobre todo después del “temor” que se había instalado ante las evidentes consecuencias que vivió el sector en el inicio de la pandemia. El cierre del canal Horeca dejó en los almacenes gran parte de la producción del año pasado, lo que hacía presagiar una vendimia menor en cantidad ante las dificultades por almacenar todo el producto.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural, Jesús Julio Carnero, ya apuntó hace menos de un mes que la vendimia de este año sería buena y cifró en 285 millones de kilos la producción de las denominaciones de origen en la Comunidad, incluso por encima de las cifras del año pasado. Y parece que estas previsiones se van a cumplir o se aproximarán mucho a la espera de cerrar los balances definitivos, lo que en algunos casos se hará en los próximos días.
Es lo que ocurre, por ejemplo, en el caso de Ribera de Duero, donde se está a la espera de terminar la campaña porque se calcula que entre 60 y 70 bodegas continúan todavía desarrollando su actividad. Sin embargo, hasta el momento se han recogido unos 120 millones de kilos de uva y se prevé que la vendimia pueda finalizar en los próximos días.
Además, el director técnico del Consejo Regulador de Ribera del Duero, Agustín Alonso, aseguró en declaraciones a Ical que la calidad de la uva este año es buena y presenta “buen color” en la que está siendo una de las campañas “más amplias” que han tenido en la Denominación de Origen.
En el territorio que corresponde a la DO de los Vinos del Bierzo, algunas bodegas aún no han terminado de vendimiar los últimos viñedos. A falta de obtener los últimos datos, la presidenta del Consejo Regulador, Misericordia Bello, señala que la actual está siendo “una campaña buenísima” que acabará situando su volumen total en torno a los 13 millones de kilos de uva recogidos el año pasado.
En cuanto a los parámetros de calidad, las uvas han entrado en las bodegas con unas condiciones fitosanitarias óptimas, aunque el verano “seco y caluroso” provocó que los frutos estén “un poco más deshidratados que otros años”. Pese a las “oportunas lluvias” caídas pocos días antes del inicio de la vendimia, las precipitaciones no fueron suficientes y las uvas de esta campaña presentarán menos peso que en años anteriores. “Lo ha notado todo el mundo”, señala Bello, que remarca que los responsables de la DO están “contentos” con el resultado de la campaña.
Casi todas las bodegas de la Denominación de Origen Toro (Zamora) también han dado por cerrada la campaña de vendimia, con un montante total de 20,3 millones de kilos de uva de buena calidad, a tenor de los datos “a día de cierre de ayer”, según explica el presidente del Consejo Regulador, Felipe Nalda. “Se han cumplido por completo nuestras expectativas del inicio de la vendimia, cuando calculamos que se podrían recoger unos 20 millones de kilos”, señala.
Lo cierto es que, durante las últimas campañas, se han alternado cifras de récord, como los 23,5 millones de kilos recolectados en 2018, con registros más discretos, como lo 15,6 millones de 2017, por lo que las cifras de este año han sido especialmente valoradas. “Hemos compensado un poco las cifras del año pasado, cuando se recogieron 17,5 millones de kilos”, apunta Nalda.
También sigue la vendimia en la DO Arlanza, donde se prevé una uva de “gran calidad”. Su presidente Miguel Ángel Rojo, tacha de “muy positiva” la campaña, sin ningún problema reseñable tanto por el tiempo como la pandemia. “El pasado martes estábamos llegando al millón de kilos recogidos”, indica Rojo, convencido de que para el final de la campaña lograrán alcanzar la expectativa de 1,2 millones de kilos, marcada al inicio.
Vendimia terminada
En Rueda ya ha finalizado la vendimia de este año con un montante total de 112,7 millones de kilos de uva con derecho a ser acogidos. De ellos, el 99,2 por ciento corresponde a uvas blancas, y la variedad autóctona verdejo supone el 87 por ciento de la producción total, es decir, algo más de 98 millones de kilos. Pero si en algo se tienen buenas expectativas de cara a este año es en la calidad de los vinos después de haber recogido una uva de gran calidad.
“Se esperan vinos de gran intensidad aromática y con buena estructura en boca. El equilibrio que encontramos entre acidez y grado alcohólico augura unos vinos con una longevidad mayor”, explica el director técnico de la DO Rueda, Jesús Díez de Íscar. “La campaña se ha desarrollado con total tranquilidad. Las uvas han entrado en bodega en condiciones óptimas y se han recogido según lo indicaban los índices de madurez de cada parcela, buscando el mejor equilibrio entre el grado y la acidez”, confirma Díez de Íscar.
Con la vendimia también recién finalizada, en Cigales se aproximan a los ocho millones de uva recogidos con una uva “muy sana” y una calidad “estupenda” que se ha mantenido porque “ha llovido algún día, pero bien y sin sobresaltos”, explicó. Pero si algo sobresale también por encima del resto es la calidad, que ya era “estupenda” y que “se ha mantenido”, reconoce el presidente de la DO Cigales, Julio Valles.
En el caso de la Denominación de Origen León, su director técnico, Alejandro González, prevé que a falta de unos días para que se cierre la vendimia, se hayan recogido unos 2,8 millones de kilos de uva, frente a los casi 3,5 con los que se cerró 2019. “Teníamos previsto recoger entre 2,75 y 3 millones, una cifra que dependía de las decisiones finales de las bodegas en materia de certificación, pero lo más seguro es que la cifra se acerque a los 2,75 sin superar los 2,8”, explica.
En cuanto a la calidad de la uva, Alejandro González señala que “se están cumpliendo las previsiones que se manejaban al inicio” de la vendimia, a pesar de que la uva “se ha estropeado un pelín porque se inició con unas muy buenas expectativas pero las lluvias parte central de septiembre la condicionaron”. Así, reconoció que aunque la climatología “no ha estropeado la uva” sí que ha hecho que “no haya terminado de la mejor manera”.
Como es habitual, una de las denominaciones más madrugadoras, tanto a la hora del inicio de la vendimia como de su finalización es la DO Cebreros, que ha saldado la recolección con la recogida de 837.373 kilos de uva, lo que supone un aumento en la producción del 20 por ciento respecto a la cosecha anterior. El 90 por ciento de la producción lo ocupa la garnacha, la variedad principal entre las tintas, el albillo real, la única variedad blanca admitida supone un 3,5 por ciento de la producción y el restante 6,5 por ciento se divide entre las dos variedades tintas secundarias, el tempranillo (algo más de un seis por ciento) y la garnacha tintorera (cerca de un 0,5 por ciento).
Efectos del COVID
Los efectos del COVID no solo eran una de las preocupaciones del sector vinícola ante la vendimia, en especial ante la acumulación de producción en sus almacenes por el cierre del canal Horeca, sino que ha sido necesario adoptar medidas excepcionales para evitar posibles contagios, algo que se ha conseguido de forma generalizada.
Desde la DO Cigales, su presidente, Julio Valles, reconoce que ha sido “una sorpresa” el resultado de la actual vendimia porque “no sabíamos si las bodegas querían recoger todo pensando que el año pasado no se ha vendido toda la cosecha” aunque finalmente “se han animado porque era buena cosecha”, dijo. También había “cierto temor” ante la insistencia por parte de las administraciones en la seguridad ante la pandemia.
“No se preveía porque tenemos unas viñas pequeñitas sin acumulaciones de gente” y finalmente ha transcurrido sin problemas. Ahora, en la mente del sector está “a ver cómo empezamos a vender” porque “las perspectivas son buenas” aunque ya se ha observado un cambio de tendencia, que es un mayor consumo en casa, a lo que hay que sumar los descuentos y promociones de las bodegas y que permiten la adquisición del vino “a precios estupendos”.
En relación a estas dificultades generadas por el COVID, desde la DO Toro no se tiene constancia de que se hayan producido casos entre los temporeros. “Afortunadamente, el trabajo no se ha visto frenado por la pandemia y hemos podido hacer la vendimia sin especiales problemas, cumpliendo todas las recomendaciones sanitarias”, sentencia Nalda.