El mercurio apenas sube y el termómetro indica que el tiempo es gélido. La niebla reduce la visibilidad y crea una estampa de película. No se ve el horizonte y, por la calle, apenas pasean unas personas que se refugian del frío con las bufandas que envuelven sus cabezas. El invierno parece crear escenas oscuras y tristes, pero hay una solución para ello. Los pueblos brillan con luz, y el concurso de fachadas hace que las casas se iluminen más que nunca. Es el caso de Castroverde de Campos, uno de los muchos pueblos que se suman a este concurso para generar una atmósfera navideña especial.
Hay para todos los gustos: fachadas con luces doradas que dan un toque elegante a los hogares, otras que optan por luces de colores, y algunas que se atreven a crear figuras como cascanueces de dos metros o muñecos de nieve, la imaginación y la creatividad en estas fechas deslumbran. Todo hecho a mano y con mucho mimo. Los hogares de Castroverde ya lucen sus mejores galas para presentarse al concurso, que se celebrará el viernes 27 de diciembre y concluirá con una chocolatada gratuita. Después de un largo recorrido por el pueblo, las manos se quedan frías, y no hay mejor remedio que un buen chocolate. Para combatir esa oscura escena de película, las luces y decoraciones navideñas son la mejor opción. Pasear por las calles es mucho más ameno si se contempla cada fachada.
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