Si en verano la situación era preocupante por la sequía, ahora en invierno es todo lo contrario. Los embalses de Villalcampo, Esla y Castro han pasado en pocos meses de ver cómo el agua embalsada era limitada a tener que abrir sus compuertas para liberar el Duero a su paso por este punto de la provincia.
Y es que, tras las borrascas ‘Elsa’ y ‘Fabien’, la capacidad de los embalses se ha disparado y ha superado el 90%, lo que ha hecho que durante este fin de semana y este lunes los embalses hayan abierto las compuertas para no verse sobrepasados.
En este sentido, según la CHD, el embalse del Esla estaba a media tarde al 92,6 por ciento de su capacidad y en tendencia ascendente; el de Villalcampo al 92,2 por ciento de su capacidad, y descendiendo; mientras que el de Castro estaba al 92,8 por ciento y bajando.
Las imágenes llamativas del desembalse han hecho que muchos curiosos se hayan acercado a la zona para ver el momento. Las imágenes que acompañan a esta información pertencen al embalse de Villalcampo y a la presa de Ricobayo, en el curso inferior del Esla.
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