Ecologistas en Acción de Zamora cuestiona la falta de sensibilidad ambiental del Ayuntamiento de Toro, que proyecta sacar a las parejas de cigüeña blanca asentadas en la ciudad, y propone compatibilizar la conservación de los edificios con la promoción de la presencia de estas aves dentro de la localidad, instalando plataformas que se fijen a la estructura de tejados y torres.
Ecologistas en Acción considera cuestionables las declaraciones del concejal de Medio Ambiente, José Luis Martín Arroyo, que evidencian su intención de “sacar a las cigüeñas de la ciudad”, sin tener en cuenta la importancia que en nuestra cultura posee la presencia de esta bella zancuda en las iglesias y edificios del casco urbano. En vez de buscar fórmulas para hacerla compatible con la conservación de los mismos, se tiende a demonizar su presencia. Por ese motivo solicitamos públicamente al ayuntamiento de Toro una mayor tolerancia con la especie y le invitamos a que se aprovechen sus múltiples beneficios estéticos, ornamentales y medioambientales, en un momento en que muchas ciudades buscan medidas para reconectar a sus habitantes con la naturaleza.
De hecho, la intención de este Ayuntamiento choca con un modelo de desarrollo basado en la especie, como ocurre en ciudades europeas o españolas, como Cáceres o Malpartida de Cáceres (Pueblo Europeo de la Cigüeña), en las que la figura de la cigüeña blanca como integrante del paisaje sonoro y visual, supone un importante motor del turismo local, donde incluso se promueven rutas sobre la especie o se colocan cámaras webcam para deleitar a la ciudadanía, con el día a día de su biología reproductora.
Compatibilizar la conservación de edificios con la presencia de cigüeñas
Desde Ecologistas en Acción Zamora les animamos a poner en práctica medidas que permitan compatibilizar la conservación de los edificios con la promoción de su presencia dentro de la localidad, y en vez de “sacar a las cigüeñas” del casco urbano de Toro proponemos, si es necesario, instalar plataformas artificiales que ,bien fijadas a la estructura de los tejados o torres, eviten su deterioro.
En definitiva, EEA Zamora llama la atención sobre la necesidad de actuar en consonancia con la Ley de Patrimonio Natural y de la Biodiversidad, que recoge los requerimientos de Europa a través de la Directiva de Hábitats y de Aves para evitar dañar o molestar a los animales silvestres. Y recuerda que no es la primera vez que el Ayuntamiento de Toro pone de manifiesto esa tendencia a simplificar la biodiversidad local, con el exterminio de palomas o el uso de glifosato en las zonas verdes de la ciudad, un herbicida letal para las plantas e insectos, que contaminan el agua y, además de peligroso para las mascotas, es cancerígeno para las personas.