Ecologistas en Acción de Zamora recuerda que las fosas sépticas en el municipio de Manzanal de Arriba, como sucede en la mayoría de los municipios de la provincia, fueron construidas en los años 70 y 80 del siglo pasado, y muchas de ellas no han resistido el paso del tiempo y están completamente obsoletas. En el caso de la del pueblo de Manzanal, esta situación viene denunciándose desde hace años, pues no solo la fosa ha dejado de depurar, sino que la presión demográfica del mes de agosto convierte las aguas residuales en riachuelo infecto que desemboca en el río Tera sin filtro ninguno.
Según EEAZ, el hedor del regato se hace insoportable y es evidente que los pocos rastros de vida animal desaparecen en todo su recorrido. Ni siquiera los zapateros resisten la densidad de los vertidos y la abundancia de residuos químicos, en su mayoría detergentes que van a parar al sumidero desde los fregaderos y lavavajillas. Solo unas cuantas moscas sobrevolando por encima del agua. Por supuesto, ni rastro de anfibios, los cuales desaparecieron hace bastantes años. Muy atrás en el recuerdo quedan las truchas tratando de subir desde el Tera. Y de la vida vegetal llama la atención la desaparición de la oenanthe crocata (nabo del diablo), antes tan frecuente. El deterioro de las fuentes y su escasa aportación al cauce, han convertido al valle en lo contrario de un paisaje natural.
EEAZ manifiesta que Confederación Hidrográfica del Duero tiene noticia de este asunto al menos desde agosto de 2018, cuando se denunció la situación por primera vez, aunque ya antes había sido denunciada la misma situación en Sandín, también dependiente del Ayuntamiento de Manzanal de Arriba.
Por otra parte, y de forma reiterada, el Ayuntamiento ya venía recibiendo quejas desde bastante antes. En el presente 2020, al menos constan dos denuncias más: una ante el SEPRONA y otra en Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León.
A principios de verano, según cuentan algunos vecinos de Manzanal, se produjo la visita del técnico de la CHD, y fue avisado de la rotura de varios tramos de tuberías de acceso a la fosa, así como del mal estado de la misma. Pero hasta el momento, nada parece haberse movido y todo sigue igual.
El mes de agosto se ha echado encima y las administraciones siguen sin reaccionar. Al Ayuntamiento, que tiene las principales competencias en este asunto, parece no importarle este asunto, aún a sabiendas de que las aguas fecales acaban en el río Tera, y que son varias las zonas habilitadas para el baño, aunque solo una, la playa de Villardeciervos, aparezca en el censo oficial de zonas de baño de la Junta de Castilla y León. El Ayuntamiento lo sabe, como refleja una de las quejas presentadas por uno de los vecinos en 2019, pero sin duda tiene otros asuntos que resolver con mayor prioridad.
EEAZ recuerda que los impuestos que gestiona la Diputación Provincial, procedentes de agua y alcantarillado deben ser reinvertidos en la mejora de los suministros y en la salud de los pueblos. Y también que el COVID 19 aparece en aguas residuales, por lo que podría ser este un foco transmisor.
Zamora, 8 de agosto de 2020
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