El pasado jueves 19 de diciembre de 2024 la Asociación CrioSanabria realizó una jornada informativa sobre la convivencia del lince ibérico con las actividades humanas en las últimas décadas.
Esta actividad está enmarcada dentro del Proyecto Libera y trata de informar a las personas de la provincia de Zamora sobre las ventajas de que exista lince en dicha provincia.
Durante la jornada se habló sobre la idoneidad de los ecosistemas de buena parte de la provincia para que se reintroduzca el lince ibérico en 2026 y las posibilidades de conexión de esta posible futura reintroducción con otras áreas del norte de Extremadura o con las próximas poblaciones del norte de Palencia.
El lince ibérico (Lynx pardinus) es un felino silvestre que hace varios miles de años ya estaba presente en buena parte de la península que le da nombre, incluida toda la provincia de Zamora. Sin embargo, desde finales del siglo XIX y principios del XX, hay evidencias de una fuerte reducción de sus poblaciones, que comenzaron a quedar restringidas al sur y suroeste peninsular, alcanzándose niveles críticos durante las décadas de 1990 y 2000, período en el que el lince ibérico fue declarado como “en peligro crítico de extinción”. En ese momento fue considerado como el felino silvestre más amenazado del planeta.
Esta situación provocó que muchas personas y entidades, tanto públicas como privadas, comenzaran a realizar importantes esfuerzos para su conservación. En los últimos años, y como consecuencia de estos esfuerzos, el lince ha experimentado una clara recuperación de su población, pasando de apenas 94 ejemplares en el año 2002, a superar los 2000 en 2024, y se espera que siga expandiéndose a nuevos territorios en España y Portugal.
El lince, al ser un superdepredador, es capaz de depredar y “desplazar” de su territorio a otros depredadores más pequeños (lo que conocemos como mesodepredadores), incluyendo el zorro, el meloncillo y mustélidos como la garduña (Martes foina). Como sabemos, estas especies depredan sobre el conejo y la perdiz roja (Alectoris rufa) y ya se han publicado varios estudios científicos que demuestran que la existencia de linces en un coto incrementa la abundancia de estas especies.
En consecuencia, el lince se convierte en un aliado de primer orden para los cotos de caza ya que tienen mayor número de conejos y perdices en zonas donde hay lince. También hay que tener en cuenta que las zonas que sufren daños agrícolas por sobreabundancia de conejo no son las que cuentan con presencia de linces reproductores, ya que estas son las encargadas de mantener un número de conejos sostenible.
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