Esta edición de 2020 iba a ser la primera en la que la concentración de motos de Sanabria iba a celebrarse tras declarar el Parlamento Europeo de manera oficial y formal la ‘emergencia climática’. Fue a finales de noviembre de 2019 cuando la Eurocámara adoptó una resolución en la que declaraba una “emergencia climática y medioambiental” en Europa y a nivel global.
Un texto en el que, entre otras cosas, se instaba a la Comisión Europea a que garantizase que todas sus propuestas legislativas y presupuestarias tuviesen en cuenta el objetivo de limitar el calentamiento global a un máximo de 1,5°C. Otro de los objetivos de esta resolución era lograr la neutralidad de las emisiones tan pronto como sea posible. En este sentido, los eurodiputados también pidieron a la nueva presidenta de la Comisión Europea que incluyese un objetivo de reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero del 55% para 2030 en el Pacto Verde europeo.
Ante esta trascendental declaración de emergencia climática, a finales del año pasado se abría el debate sobre la idoneidad de realizar según qué tipo de actividades a nivel global. En lo que representa a la provincia de Zamora, una de las actividades que suscitó ese debate fue la celebración de la concentración de motos de Sanabria. Una concentración que este año iba a cumplir 28 ediciones y que ha tenido que ser suspendida por la irrupción del coronavirus. Precisamente la pandemia ha permitido aplazar el airado debate suscitado en torno a esta cita.
Un debate que enfrenta por un lado el ocio y el negocio para la zona, tan importante como generador de recursos en una comarca que vive principalmente de lo que ocurre durante los meses veraniegos, y por otro lado la preservación del ecosistema. No obstante, hay que recordar que la concentración se desarrolla en el marco del parque natural Lago de Sanabria y sierras Segundera y de Porto.
Según apuntan los expertos, un motor de combustión interna de una moto no es capaz de quemar el combustible en su totalidad. A mayor combustible sin quemar, mayor generación de sustancias nocivas expulsadas en los gases de escape hacia la atmósfera. El dióxido de carbono es, a pesar de no ser un gas tóxico, el mayor causante del efecto invernadero y es uno de los gases que elimina la moto al estar en funcionamiento.
Un efecto invernadero que desde el Parlamento Europeo se han propuesto reducir por el bien del planeta, máxime en entornos naturales.
Es por ello que la presencia de cientos de motos durante tres días en Sanabria es lo que genera un debate que sigue sobre la mesa, al chocar esta declaración de emergencia climática con la concentración en un parque natural. Así, aunque el coronavirus haya aplazado la discusión por el momento hasta 2021, todo apunta a que la polémica seguirá presente mientras no se levante el estado de emergencia climática y esta concentración siga celebrándose en uno de los pulmones de la comunidad.