Los coletazos de la inflación siguen dejándose notar en la obra pública de Castilla y León. Un total de 88 proyectos no encontraron empresa que los ejecutara al quedar desierta su licitación en los siete primeros meses del año. Ninguna constructora pujó por ellos en el concurso, por lo que hasta 26,5 millones de euros en inversiones se quedaron en el cajón de las administraciones esperando una nueva oportunidad.
Los problemas de contratación de las infraestructuras se mantienen en la Comunidad, de acuerdo a los datos que maneja la Cámara de Contratistas de Castilla y León, que de enero a julio detectó cinco concursos desiertos de la Administración central, frente a los 14 de la autonómica y los 69 de la local, la que está registrando más dificultades para encargar sus obras este año, con bastante diferencia respecto al resto.
Los contratistas consideran que las licitaciones desiertas, una situación que se ha producido tradicionalmente, pero en menor medida, responden a que los presupuestos de algunas obras públicas están desfasados y no se ajustan a los precios de mercados actuales, que se han visto incrementados por el encarecimiento de las materias primas o los costes energéticos.
Otro de los factores que explican el volumen elevado de obras desiertas en Castilla y León es que en este momento los constructores no se enfrentan a un periodo de escasez en las inversiones públicas. Al contrario, las tres administraciones licitaron durante los siete primeros meses del año un total de 1.206 obras, que sumaron 1.636,7 millones de euros, lo que supone un 13,9 por ciento más que lo contabilizado en 2023.
De momento, la Cámara de Contratistas ha detectado que el Estado ha visto como cinco licitaciones se quedaban desiertas en Castilla y León con un importe de 1,6 millones, de los que el más relevante por su montante económico en una obra de Tragsa para la restauración ambiental de una explotación minera en Torre del Bierzo y Villagatón (León), pues rozaba los 800.000 euros.
En el caso de la Junta, suma 14 actuaciones sin ofertas de empresa, por lo que ha tenido que proceder a anular estas licitaciones que suman más de 14,79 millones. La actuación de mayor importe que se ha visto paralizada es una licitación por algo más de seis millones de euros que publicó Somacyl (Sociedad Pública de Infraestructuras y Medio Ambiente de Castilla y León), dependiente de la Junta, para construir una promoción de viviendas en alquiler, en modalidad colaborativa, en Valladolid.
Más de 10,1 millones de euros se quedaron sin adjudicatario por parte de ayuntamientos y diputaciones provinciales de la Comunidad entre enero y julio. De los 69 concursos fallidos por no recibir ninguna propuesta, destaca uno de primeros de año de algo más de un millón para la peatonalización de varias calles de la ciudad de Palencia, así como otro de más de 630.000 euros en Salamanca para mejorar la DSA-460.
No obstante, la evolución de 2024 se asemeja a la de 2023, cuando la Cámara de Contratistas contabilizó un total de 170 obras desiertas en Castilla y León, con una inversión total acumulada de 47,93 millones. Por un lado, la Administración central y la autonómica tuvieron que anular entonces 21 concursos cada una, pero con un presupuesto diferente, porque en el primer caso fue de 8,28 millones y en el segundo de 6,26 millones. A ellas se unieron las entidades locales, las más afectadas, con 128 licitaciones anuladas por 33,38 millones.
Más inversión, de momento
Las administraciones licitaron de enero a julio obras por importe de 1.637 millones de euros en Castilla y León, lo que supone un 13,9 por ciento más respecto al mismo periodo del 2023. La central acumula 928 millones, lo que representa el 57 por ciento del total, tras aumentar un 29 por ciento respecto al pasado año.
En el caso de la Junta, sumó en los siete primeros meses obras por valor 462 millones de euros, lo que representa el 28 por ciento de la licitación en la Comunidad. En su caso, sus inversiones experimentaron una variación positiva del 8,4 por ciento. En el caso de las entidades locales, aportaron el 15 por ciento, con 247 millones de euros, lo que supone un 15,4 por ciento menos.
Por provincias, la inversión en obra pública de las administración creció en seis de ellas y disminuyó en tres. En Soria se registró un descenso notable del 52,2 por ciento, hasta los 72 millones; en Palencia, del 44,5 por ciento, hasta los 179,6 millones, y en Zamora, del 34,7 por ciento, hasta los 51,9 millones. Además, en Zamora quedaron desiertas tres obras.
Por el contrario, casi se duplicó la licitación en Valladolid (94,7 por ciento más), hasta los 264,4 millones como la partida sin provincializar (96,2 millones).
Además, aumentó un 75,7 por ciento en Segovia, hasta los 79,1 millones; un 60,7 por ciento en León, hasta los 330,1 millones; un 37,7 por ciento en Salamanca, hasta los 124,7 millones; un 25,7 por ciento en Burgos, hasta los 361,6 millones -la cifra más alta de la Comunidad- y un 6,1 por ciento en Ávila, hasta los 77 millones.