El pasado 31 de julio Iberdrola cerró la presa de Ricobayo cuando el estado del embalse bajaba de los 130 hectómetros cúbicos y venía bajando en caída libre, un momento en el que paró "la sangría" de agua para mantener el nivel de entre los 129 de mínimo y los 137 que ha alcanzado desde entonces. Una situación de estabilidad desértica que ha dejado al descubierto tesoros que el embalse engulló y que se pueden disfrutar en los últimos días, viviendo un auténtico peregrinar de personas.
Desde el 31 de julo han sido 11 los cortes, de mayor o menos duración, que se han dado en el embalse de Ricobayo para no bajar de un mínimo que acarrearía sanciones para la eléctrica, siendo tres de ellos, el del 31 de julio, el del 3 de agosto y el del 6 de agosto, especialmente largos como se puede ver en la gráfiica de la CHD. Estos cortes, que han hecho que en el mes de agosto estén más tiempo cerado el caudal turbinado que abierto, han permitido mantener el nivel del embalse con un máximo de 137,4 una "subida" prácticamente imperceptible y es que es mucho menos de lo que ha bajado el embalse en un sólo día en el mes de julio, perdiendo diariamente más de 10 hectómetros cúbicos.
Tienes que iniciar sesión para ver los comentarios