El Centro de Recepción de Animales Silvestres (CRAS), perteneciente a la Consejería de Fomento y Medio Ambiente, y localizado en el municipio zamorano de Villaralbo ha recogido, hasta la fecha, un total de 218 animales. Esta cifra supone un incremento respecto al año anterior en el que 198 animales entraron en el centro o los 181 que lo hicieron en el 2018.
Este centro, el cual está gestionado por la Fundación Patrimonio Cultural, tiene como objetivo fundamental la puesta en libertad de todas las especies que acogen, algo que se consigue con más de la mitad de los que ingresan. El retorno al medio natural es consecuencia del reposo, cuidados y tratamientos que el personal que trabaja allí les da a todos ellos, pero, sobre todo, a todas aquellas personas que trasladan a los animales accidentados hasta el centro (agentes y celadores medioambientales, Policía Nacional y Local, Bomberos, Guardia Civil (Seprona), así como todos aquellos particulares que también llevan a cabo esta labor).
Durante 2020, la mayor parte de las entradas se han producido durante los meses de julio y agosto (casi el 40%). Estos datos se deben a la mayor presencia de las personas en el mundo rural como consecuencia de la pandemia de la COVID-19.
Como en años anteriores, las especies que más han ingresado son: vencejo común, cigüeña blanca, águila ratonera y cernícalo vulgar. Pero, este año, además, hay que señalar el incremento significativo de aves como lechuza común, mochuelo europeo y águila calzada. Como especies menos frecuentes que han entrado en el CRAS se puede mencionar un buitre negro, pero también han llegado especies más curiosas como una cría de murciélago sin destetar, o aves de las estepas cerealistas como avutardas o sisón.
Por otro lado, el centro también ha atendido a otras especies de fauna silvestre. Se han recogido tortugas exóticas con el fin de evitar su liberación en el campo perjudique la conservación de los galápagos autóctonos. Asimismo, colabora en la lucha contra la colocación de veneno en el campo, el seguimiento de enfermedades que afecten a fauna salvaje, así como en la lucha de contra algunos delitos que afectan a la fauna salvaje de la Comunidad.
El 80% de los animales que se reciben en el centro son aves porque son más fáciles de encontrar en caso de que resulten heridas. Las causas principales de su llegada son: pollos o crías inexpertos que se caen de sus nidos antes de tiempo y se encuentran débiles o son huérfanos porque su madre ha fallecido (33%) y traumatismos a consecuencia de golpes con alambradas u otros elementos del medio natural (uno de cada cuatro). En menor medida por atropello, intoxicación, electrocución, disparo o enfermedad. Especial mención hay que hacer de las crías de búhos y lechuzas, ya que en la mayoría de los casos las entradas se producen por error, al recogerse animales que la gente piensa que están abandonados. Estas especies tienen la peculiaridad de que abandonan el nido antes de poder volar y se dispersan por los alrededores para ser alimentados por los padres hasta su completo desarrollo.
Finalmente, señalar que el centro está colaborando con diversos proyectos de educación ambiental de Salamanca y Zamora y de formación, entre los que destaca la presencia de dos estudiantes de 4º de veterinaria en prácticas de la Facultad de León.