Los cementerios de la provincia reciben ya visitas para el acondicionamiento de lápidas, nichos y panteones en las jornadas previas a una celebración atípica de la festividad de Todos los Santos, sometida a las restricciones impuestas por la Consejería de Sanidad como consecuencia de la pandemia.
El Boletín Oficial de Castilla y León publicó el pasado 16 de octubre las condiciones que deberán regir el acceso y los aforos de los camposantos de toda la Comunidad, con unas medidas que se prolongan del sábado 24 de octubre al domingo 8 de noviembre que implican un aforo del 50 por ciento que garantice el mantenimiento de la distancia interpersonal, la habilitación de trayectos diferenciados de entrada y salida cuando sea posible, el uso de la mascarilla, el mantenimiento de la distancia interpersonal de al menos 1,50 metros y las medidas de higiene y protección.
Asimismo, con el fin de garantizar la asistencia a los cementerios en condiciones de seguridad sanitaria, los titulares de los cementerios pueden establecer límites en el tiempo de permanencia en el cementerio y en los aparcamientos con el fin de facilitar el control del aforo al que se refiere el apartado anterior.
Para evitar las habituales concentraciones de gente en los actos litúrgicos organizados habitualmente por las parroquias, en muchas localidades se han suspendido esas celebraciones y se invitas a los fieles a acudir a visitar los restos de sus seres queridos y a orar por ellos de forma particular.
Aunque no falta quien tiene previsto posponer la tradicional visita al cementerio por precaución y para reducir riesgos, es previsible una masiva afluencia en la jornada del domingo 1 de noviembre, que en muchas ocasiones viene precedida por una visita previa para llevar a cabo tareas de limpieza o de renovación de adornos florales.