Las bodegas de las principales denominaciones de origen de Castilla y León ya han comenzado a sufrir las consecuencias del paro en el sector del transporte con una recogida de botellas calificada como “irregular”, dado que mientras que en Toro los pedidos de gran volumen se están quedando en las bodegas sin recoger, en Ribera del Duero y Rueda depende de la agencia de transportes que cada bodega tenga contratada, aunque cada vez se están encontrando con más problemas para dar salida a los grandes pedidos, recogiéndose con normalidad los de un solo palé o las entregas realizadas en furgonetas de mensajería.
Ahonda en ello, en declaraciones a Ical, el presidente de la Asociación de Bodegas de Ribera del Duero, Iker Ugarte, al definir la recogida como “irregular”, porque mientras hay unas bodegas de la DO en las que sí se está recogiendo el vino, en otras no. Algo que depende “de la agencia o empresa que tiene contratada cada bodega” y también del tamaño de los pedidos. “Transportar un solo palé es más fácil, pero los pedidos que necesitan un tráiler ya hay muchos que no se están recogiendo”, revela Ugarte, que también apunta que “hay algunas bodegas que no han podido sacar nada esta semana mientras otras solo lo están notando muy puntualmente”.
En todo caso, el presidente de la Asociación de Bodegas de Ribera del Duero señala que “es complicado de cuantificar” el impacto que a día de hoy está teniendo la huelga en el sector del vino, dado que también hay bodegas que “por miedo de que el vino termine en cualquier sitio, esperan” ante una situación que confía en que no se alargue “demasiado” en el tiempo para que “no haya un perjuicio grande”.
Y es que Ugarte advierte que lo que ahora mismo preocupa a los bodegueros de la Ribera del Duero es que el vino “llegue a tiempo para que en Semana Santa puedan estar bien servidos nuestros clientes”, dado que para estas semanas previas, habrá “tanto bodegas que sufran más las consecuencias del paro como aquellas en las que no pase nada porque estén unas semanas sin servir, ya que los distribuidores tienen almacenadas botellas suyas”. “Pero si se alarga la situación hasta Semana Santa, tenemos un problema, porque muchos clientes suelen hacer un pedido antes para estar cubiertos y este año no podríamos llegar”, concluye.
Momento “delicado” por la Semana Santa
También en ese sentido se manifiesta el presidente del Consejo Regulador de la DO Rueda y director general de Bodegas Grupo Yllera, Carlos Yllera, que define como “delicado” el momento especialmente si se alarga hasta la Semana Santa, porque la denominación tiene “bastantes ventas en la costa en esa época” que tendrían difícil llegar a destino si continúa el paro de los transportistas.
Una huelga que genera “inquietud e incertidumbre” en el sector vitivinicultor, según explica a Ical el presidente del Consejo Regulador de Rueda, por la “falta de conocimiento” sobre si deben “servir más o dejar en espera la mercancía por si hubiera problemas”, y por los retrasos que ya sufren las recogidas de botellas, de momento única problemática que están enfrentando desde Rueda ya que “ahora mismo, las bodegas están sirviendo en general, y solo alguna está teniendo más problemas”.
Una diferencia que depende de la agencia de transportes con la que trabaja cada bodega, pero que puede homogeneizarse para mal en el futuro cercano en caso de continuar el paro. “El momento crítico llegará cuando no haya capacidad de recogida porque no haya camiones”, situación ante la que Yllera apunta como posible solución “que las bodegas nos unamos para hacer la recogida en conjunto”. “Pero no sabemos aún si, incluso así, se podría recoger”, advierte.
Problema con las exportaciones
Más negativa se advierte la situación para las bodegas de la Denominación de Origen Toro. Y es que su presidente, Felipe Nalda, asegura en declaraciones a Ical que “todo lo que es mercancía de gran volumen, prácticamente al cien por cien está en bodega, no sale”, algo que le lleva a calificar la situación como “muy mala” porque solo les está permitiendo sacar “pequeñas partidas en furgonetas de paquetería, mensajería y reparto a pequeña escala”, pero no así botellas destinadas para la distribución a grandes superficies, otras provincias o, principalmente, para las exportaciones.
“Tenemos un problema con la exportación porque los contenedores no están saliendo, y los barcos en los puertos de Barcelona, Vigo o Bilbao no esperan”, señala Nalda, manifestando que las consecuencias de esta situación están “afectando de manera grande” al sector bodeguero porque, mientras los canales a nivel nacional “no hay problema en recuperarlos”, en el extranjero “si no abasteces, al día siguiente eres sustituido por otro”.
Nalda considera “difícil”, no obstante, cuantificar las pérdidas porque aún no se sabe “dónde va a llegar” el paro en el transporte, con cuyas reivindicaciones se muestra “totalmente de acuerdo”, pero advierte que “si esto se prolonga en el tiempo, puede ser una debacle”, dado que, ya a día de hoy, se está “desabasteciendo a ciertos lineales y distribuidores”, por lo que pide al Gobierno que “tome decisiones” dado que “la pelota está en su tejado”.
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