El 2015 es, en la provincia, un año marcado por los dos periodos electorales que se avecinan y también por la llegada de dos grandes infraestructuras viarias: el AVE y la autovía a Benavente. Estén o no relacionados ambos aspectos, el caso es que Zamora mejorará de forma ostensible su red de comunicaciones y verá cómo se abren las puertas de opciones de turismo y de negocios, vinculados principalmente a la nueva cercanía con Madrid que traerá consigo la alta velocidad.
¿Cuándo llegará el AVE? Esa pregunta aún no tiene respuesta. De un tiempo a esta parte, la ministra Ana Pastor ha cambiado las fechas por frases vagas como la que pronunció en su visita del lunes a Zamora: "llegará cuando digan los técnicos", o la que soltó un día antes, durante su estancia en Elche, sobre el mismo asunto: "llegará lo más rápido posible".
Sea como fuere, y la alta velocidad esté o no en junio como predijo la propia Ana Pastor en su día, las obras continúan avanzando. Apenas faltan dos kilómetros para terminar la catenaria y, después, tan solo quedará perfilar los sistemas de seguridad pertinentes. Eso, en el caso del tramo Olmedo - Zamora. En la zona de Sanabria, las obras no avanzan de forma tan fluida. De hecho, cuatro de los veinte tramos que deberían estar en fase de construcción se encuentran parados por temas contractuales con la empresa que los ejecuta.
Lejos de esta coyuntura un tanto difusa en cuanto a los tiempos y los porqués de la detención de las obras, la autovía A-66 parece estar más encarrilada. Los tres tramos en los que se dividen los trabajos de la futura unión entre Zamora y Benavente estarán listos entre el final de la primavera y el principio del verano. En julio, ambas ciudades estarán separadas por poco más de media hora en coche.
La propia ministra confirmó el lunes que el tramo inicial y el final se abrirán en mayo, si los técnicos están en lo cierto. Entre junio y julio, será el turno de la parte intermedia, cuya culminación pondrá fin a una de las obras más reclamadas desde la provincia. Sus dos grandes núcleos urbanos estarán mucho más cerca en el 2015.