Ha sido un día muy emotivo para Tábara desde que a primeras horas de la mañana, cuando llegaba hasta el pueblo D. Vicente del Bosque, que ha querido sumarse a este acto prestando en todo momento su colaboración.
A las diez y media el alcalde de la localidad D. José Ramos San Primitivo esperaba al ex seleccionador nacional de fútbol, el mismo que nos condujo a la memorable final de Sudáfrica y consiguió no solo que pudiéramos soñar de nuevo sino que gracias a su trabajo volvimos a sentir la satisfacción y el orgullo de unos colores con aquel triunfo que se recordará para siempre. El anfitrión quiso enseñarle uno de los orgullos de Tábara, el Scriptorium, en el que hace once siglos, también una selección de artistas incomparables (Magius, Emeterius, Senior, Ende,…) consiguieron crear algunas de las más hermosas obras que el arte medieval nos ha legado.
El Sr. del Bosque escuchó con atención cada una de las explicaciones que se le iban ofreciendo sobre cómo se supone que fue el antiguo Scriptorium del Monasterio de San Salvador y observó los facsímiles de las obras que en él se concibieron (Beato Morgan, Beato de Gerona y Beato de Tábara)
Pasaron luego junto a la imagen que hay en la plaza que nos recuerda que un destacado maestro de las letras también vio por primera vez la luz en esta localidad y junto a la imagen de León Felipe se inmortalizó ese momento.
A las once y media, con los alrededores del Auditorio rebosantes de gente que esperaba ese momento para acompañar a la familia y también poder estar cerca de una figura legendaria por todos los éxitos que en el terreno deportivo ha conseguido como el Sr. del Bosque, se procedió a los actos que se habían programado para este momento.
Las previsiones que se habían realizado para acoger a los asistentes se quedaron pequeñas ya que antes de proceder a los actos que se habían organizado, las sillas del interior del Auditórium se encontraban ocupadas y numerosas personas tuvieron que presenciar de pie este momento y también casi un centenar de personas debieron presenciarlo desde el exterior del recinto porque el aforo resultaba escaso para tanta multitud que ha querido acompañar a la familia en estos momentos.
En primer lugar, un representante de la familia de Leticia, su tío Santiago Andrés, agradeció a los asistentes su presencia y a la corporación de Tábara por el gesto de haber reconocido a una de sus hijas poniendo su nombre al Auditorio. No quiso dejar pasar la ocasión para seguir demandando una mayor coherencia en las leyes para que crímenes atroces como el que reunía a todos, no se queden sin un castigo tan desproporcionado y haga pensar a quienes son capaces de cometerlo, y sobre todo, que no estén en unos pocos años de nuevo en la calle para que su perversión no siga buscando nuevas víctimas.
Seguidamente D. Vicente del Bosque agradeció la presencia de todos los que allí se encontraban y expresó su satisfacción porque hubieran pensado en él para este acto tan entrañable, inaugurando oficialmente el Auditorio Leticia Rosino.
Las palabras más emotivas fueron las de Inmaculada Andrés, que iban brotando directamente de su corazón y del recuerdo de esa hija tan amada que cruelmente la arrebataron de su lado en la flor de la vida.
Hablaba la madre emocionada y su emoción consiguió contagiar a los que se encontraban presentes porque más de un nudo se fue instalando en las gargantas de los concentrados y hasta la gente más fuerte ni pudo ni quiso contener alguna lágrima que se fue deslizando por sus mejillas.
En la mente de todos se fue instalando esa inmortal sonrisa con la que todos recordaremos siempre a Leticia, quien seguro que desde donde ahora esté, también se encontraría emocionada con el recuerdo que las personas que la querían estaban teniendo en esos momentos.
Inmaculada Andrés y D. Vicente del Bosque descubrieron una placa que inmortalizará el recuerdo para siempre de Leticia para que eternamente siga con nosotros vivo su recuerdo.
Unas palabras de David, el compañero con el que compartió los últimos años de su vida y de Rodrigo, gerente de Cobreros, la empresa en la que Leticia desarrollaba su labor profesional, dieron paso a un emotivo video que hacía un recorrido de la vida de Leticia desde sus primeros años hasta los últimos recuerdos con la melodía que a ella tanto la gustaba, “Wake me up”, “Despiértame”, de Avicii, consiguieron que la emoción se desbordara en muchos de los asistentes.
A continuación, la banda de música del Maestro Nacor Blanco de Zamora fue la encargada de amenizar este acto con algunas brillantes piezas de su repertorio.
Para finalizar este acto y que los asistentes pudieran confraternizar un poco más, se ofreció un ágape en el que las muestras de afecto a la familia fueron constantes y también muchos aprovecharon para hacerse una foto con el señor del Bosque para poder mostrarla luego a sus conocidos.
Un acto muy entrañable el que se ha celebrado en Tábara, para que el recuerdo de una de sus hijas no se olvide nunca y permanezca para siempre con nosotros.