En ellos se introducirán energías renovables -paneles solares, calderas de biomasa, que pretenden poner fin al consumo de gasóleo-, se renovarán las calderas de gasóleo por gas o se renovarán aquellas que sean ineficientes por calderas de nueva generación, lo que conllevará importantes ahorros energéticos.
El contrato se prolongará diez años desde la adjudicación. A partir del primer año desde la firma del contrato, el adjudicatario deberá garantizar un ahorro energético mínimo de un 20 % en energía térmica y de un 10 % en energía eléctrica.