Es un nuevo peldaño para dotar a la provincia de lugares de acogida tradicional para los peregrinos que se dirigen hacia Compostela y que junto a los de albergues que gestiona la (AZACS), Alcañices, Fontanillas de Castro y Tábara, representan un incremento muy significativo en la acogida tradicional (alojamiento, cena comunitaria y desayuno, manteniéndose con los donativos que aportan los peregrinos), en la provincia de Zamora.
El nuevo albergue de Ricobayo de Alba se encuentra ubicado en un antiguo palomar rehabilitado y cuenta con diez plazas para acoger a los peregrinos que se decidan recorrer su camino por esta ruta de peregrinación, además cuenta con un hospitalero permanente, Paul, para satisfacer las necesidades de los que van llegando.
Este nuevo eslabón en el Camino Zamorano-portugués será el penúltimo en tierras zamoranas para dinamizar este camino y las comarcas por las que discurre. Únicamente quedaría pendiente el albergue que se está acondicionando en la casa parroquial de Almendra del Pan, que confiamos que se encuentre operativo antes que finalice el verano, para que los peregrinos puedan transitar por esta ruta con la infraestructura necesaria para poder recorrerlo.
Inicialmente estaba previsto que a lo largo de este año, la señalización del camino fuera completa (en Zamora ya lo es desde la capital hasta el límite con Portugal) y está previsto que en el año 2020 se habilitarían albergues para peregrinos en Braganza, Vinhais y Seghirei, por lo que para el próximo año Jacobeo, esta ruta de peregrinación se convertirá ya en una realidad.
Sin duda se va a establecer un camino muy especial para los peregrinos por todos los atractivos que les va a ofrecer a su paso; unos parajes únicos, en los que el 80% del recorrido se encuentra emplazado en lugares protegidos de la naturaleza (Parque de los Arribes del Duero, Parque natural de Sanabria, Parque natural de Montesino,…), atraviesa dos países (España y Portugal) y se espera que sea el único camino, en el que todo su recorrido cuente con albergues en los que la acogida tradicional prime sobre todo lo que además, va a aportar a la zona.
Son más de dos docenas de pueblos en la provincia de Zamora, de esa España vaciada, a los que difícilmente se van a desplazar los turistas, salvo aquellos lugares emblemáticos, pero para los pequeños pueblos que se encuentran en la ruta, el incremento de peregrinos que van a recorrerlo, permitirá que no se sigan cerrando servicios básicos para la población y quien sabe, seguramente la demanda permitirá que se establezcan nuevas ofertas para quienes transitan por ellos.
Además, los peregrinos de todos los países del mundo amantes del Camino de Santiago, a través de las nuevas tecnologías, irán relatando su camino y se van a convertir en los mejores embajadores posibles, porque la experiencia que se lleven de este camino hará que otros vengan para comprobar todo lo que les van contando.
Ambas partes que han firmado el acuerdo están convencidas que este nuevo peldaño que ahora se coloca, servirá para dinamizar una zona excesivamente degradada y como ocurrió en la Castilla de los siglos X al XIII, el Camino sea el medio para favorecer los pueblos por los que discurría, porque como aseguran que afirmó Gohete, Europa se construyó a través del Camino de Santiago y aunque la cita no la dijera nunca el filósofo alemán, fue una realidad que nadie puede negar.