El sector privado de empresas que operan en el entorno del embalse de Ricobayo y varios de los municipios que están regados por las aguas del embalse zamorano, han mostrado su "más rotundo rechazo y más enérgica protesta" respecto de la propuesta enviada el pasado 26 de abril por la Confederación Hidrográfica del Duero, relativa al proyecto del Plan Hidrológico del Duero, a los más de 200 peticionarios que solicitaron una serie de medidas en relación a las previsiones de volúmenes a desembalsar, volúmenes mínimos, reserva mínima a efectos medio ambientales y cotas previstas para el ejercicio 2022 además de otras peticiones.
Es por este motivo por el que estos sectores implicados se reunirán de urgencia con el subdelegado del Gobierno en Zamora, Ángel Blanco, para exponerle la situación complicada que se le presenta a todos estos sectores en caso de vivir un verano como el de 2021.
La denuncia de estos sectores viene principalmente porque los volúmenes mínimos previstos por el Proyecto del Plan Hidrológico del Duero 2022 -2027 "suponen un grave despropósito y un nuevo varapalo para las economías de los 19 municipios" por sus bajos índices en cotas y volúmenes indicados.
Según el nuevo Proyecto remitido a la Dirección del Agua del Ministerio de Transición Ecológica, el volumen a desembalsar en verano podría llegar a casi un 70% de agua y en el resto de meses casi 92% (por debajo del pasado verano), cuando lo que se pide es precisamente lo contrario, un volumen mantenido en periodo de junio a octubre del 70% o cota 674 metros sobre el nivel del mar.
Además, las quejas vienen porque los índices reflejados en este Proyecto del Plan Hidrológico del Duero 2022 -2027 no tienen en cuenta la singulardidad de un embalse como el de Ricobayo que tiene una gran longitud y poca profundidad en las zona de inicio cola del pantano.
Esta poca profundidad hace que un descenso mayor de 10 metros en el nivel del agua (equivalente a un 30% de su volumen) respecto del 100% de su capacidad, afectaría indefectiblemente a muchos pueblos, urbanizaciones, pastoreo, hostelería, agricultura (como tomas de agua autorizada) obase náutica del Club Esla, "dejándolos sin apenas profundidad, con recorte de lámina de agua de varios kilómetros, orillas enfangadas de barro, impracticable para el baño, imposibilitando el acercamiento del ganado y la fauna al embalse, y sin opción para otros usos domésticos, con pérdida de acuíferos siendo impracticable para la navegación".
También uno de los principales problemas que se denuncian es que los numerosos pueblos que se encuentran radicados en el primer tercio del embalse (zona de inicio) se verían afectados en su sostenimiento social y económico de forma muy sería tal y como sucedió el último verano.
Por otro lado, la situación descrita en el anterior apartado daría lugar al incumplimiento de la reciente reforma del artículo 55.2 de la Ley de Aguas, en cuanto a realizar los desembalses con un criterio de “racionalidad” teniendo en cuenta “la sostenibilidad económica de (todos) los municipios ribereños“, del respeto por los usos comunes del artículo 50 “beber, bañarse, otros usos domésticos y abrevar el ganado“ dejando de lado los del artículo 51 del mismo texto relacionados con la navegación y flotación.