Abejera vive Los Cencerrones; Riofrío de Aliste, los conocidos Carochos; Sarracín de Aliste, los Diablos, y Montamarta, la primera parte del popular Zangarrón, probablemente, una de las mascaradas de invierno más conocidas de toda la Península Ibérica.
Y es que lo que hasta no hace demasiado tiempo era algo sumamente local que, como mucho, atraía a algunos vecinos de localidades cercanas, se ha convertido desde hace unos años en todo un espectáculo que suscita la atención de propios y de extraños y que provoca que mucha gente interesada haga largos desplazamientos para comprobar in situ cómo la tradición más ancestral sigue viva en el corazón de la provincia de Zamora.
De hecho, las propias instituciones públicas no han permanecido impasibles ante este fenómeno y la consideración de las mascaradas de invierno como producto turístico recibe cada año nuevos impulsos, incrementando su promoción y ampliando su presencia en ferias y eventos dentro y fuera de España.