Más de 600 vecinos de nueve provincias castellanas y leonesas se acercaron a este municipio de la Alta Sanabria para disfrutar de una jornada en la que conocieron el patrimonio inmaterial de esta zona de Zamora, así como todas sus riquezas arquitectónicas y paisajísticas. Asimismo, pudieron compartir experiencias acerca de las similitudes y diferencias que comprende Castilla y León.
Los municipios participantes fueron: Mansilla Mayor (León), Rágama (Salamanca), San Miguel del Pino (Valladolid), Villaherreros (Palencia), Canicosa de la Sierra (Burgos), Molinos de Duero (Soria), Sebúlcor (Segovia) y El Oso (Ávila). La jornada comenzó a partir de las 12 horas con la recepción de los visitantes en un acto de bienvenida liderado por Felipe Lubián, alcalde de Lubián, acompañado de los representantes de las demás localidades asistentes.
A continuación, se propusieron unas visitas guiadas a la iglesia parroquial de San Mamés y las actuaciones de la Banda de Gaitas “As Portelas”, perteneciente al municipio, y el Grupo de Coros y Danzas “Doña Urraca”, de Zamora. Tras la comida popular, que constó de productos de la provincia: empanada, ternera asada, rosco de Benavente y vino de Toro, comenzaron los paseos hacia el patrimonio arquitectónico y paisajístico de la zona, divididos en tres opciones diferentes.
Por un lado, se pudo visitar el Castro As Muradellas, declarado Bien de Interés Cultural (BIC), en una ruta paralela al río Tuela. Se trata de un yacimiento arqueológico de la Edad de Hierro del que quedan vestigios como la doble muralla, fosos, piedras hincadas y la cimentación de dos viviendas. La segunda opción era un paseo hacia el Cortello dos Lobos, una trampa muy bien conservada con un corral de unos 40 metros de diámetro y que se encuentra a 1100 metros de altitud. El santuario de La Tuiza y el molino del Tío Juan forman parte de la tercera alternativa. El templo barroco fue declarado BIC en 1995 y el molino está restaurado y presenta una cámara subterránea abovedada, como aspecto singular.
Además, durante todo el día se pudo pasear por Lubián y adquirir productos de la zona en el mercado de artesanía. Elementos de vidrio murano y tiffany, torneado de madera, jabón y cosméticos, pintura sobre teja, reciclado de bolsas, forja artística, tejido en telar de bajo lizo y quesos artesanos son algunos de los enseres que pudieron adquirirse durante la jornada. También se pudo disfrutar de raciones de pulpo a feira elaboradas por una pulpeira, como se hace en las ferias de la zona.