Ecologistas en Acción de Zamora tiene conocimiento de la presentación de dos proyectos de macrogranjas porcinas en el término de Corrales. Ante nuestra solicitud de información, el Ayuntamiento nos ha respondido con el documento que se adjunta.
En primer lugar quieren agradecer al Ayuntamiento de Corrales del Vino la pronta y detallada respuesta a su demanda de información. Desafortunadamente, esto no es muy común en nuestros pueblos. Al contrario, ya vienen denunciando cómo algunos de los ayuntamientos de la provincia donde se tramitan proyectos similares, han puesto todo tipo de trabas a la información demandada por los vecinos sobre un tema de tanta importancia medioambiental como este.
Aseguran además que Corrales s del Vino, junto a varios pueblos de la comarca de Los Valles, ya figura desde hace tiempo a la cabeza en instalaciones de este tipo, como lo atestigua las 13.678 cabezas que se consignan en el censo oficial de 2017, cuyo detalle se adjunta.
Advierten como un censoo tan elevado de ganado porcino en las tierras de este municipio, --al que hay que añadir la macrogranja para 500 vacas actualmente en construcción-- es ya más que suficiente argumento para oponernos a unas solicitudes que casi duplicarían el censo actual de cerdos. Con más de 23.000 cerdos Corrales del Vino, municipio tan reconocido por sus proyectos medioambientales, tendría el dudoso honor de encabezar el ranking de pueblos pestilentes de la provincia. Los escasos 1000 habitantes, tocarían nada menos que a 23 cerdos por persona, incluidos niños y ancianos.
De los 13.678 cerdos censados ya producen al día más de 75 m3, es decir, 3 grandes camiones de 25 toneladas de purines. Es lógico pensar que seguramente la aplicación de los mismos en las tierras ya está afectando a muchos de los pozos del término.
Advierten que si se conceden los permisos a estas dos nuevas instalaciones, se llegaría a los 130 m3 diarios, nada menos que cuatro grandes trailers completos día a día, los 365 días del año. ¿Nos podemos permitir esto?, ¿se lo puede permitir la salud de los vecinos de este municipio?, se preguntan desde el colectivo.
Ls purines son un líquido, y necesitarían volúmenes desmesurados de paja para hacer compost, por lo que, a la espera de conocer los proyectos, las alternativas a las se alude en la información nos parecen un brindis al sol para evitar la movilización de los vecinos. Y decimos esto porque, de llevarse a cabo correctamente, impedirían la rentabilidad de estas instalaciones de carne barata, acostumbradas a que los costes y perjuicios medioambientales sean socializados, adjudicándoselos impunemente a los vecinos y al medio ambiente.
Los 23 inspectores medioambientales a tiempo parcial que tiene Castilla y León para toda la Comunidad son claramente insuficientes para comprobar que tales proyectos se llevan a cabo, aseguran. De estas informaciones tan preocupantes debe tener conocimiento toda la ciudadanía, no solo los vecinos del municipio, sino también la de los pueblos colindantes, a los que también afectan directamente. Los acuíferos no entienden precisamente de límites administrativos.