La ministra de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana en funciones, Raquel Sánchez, avanzó hoy que, de continuar en el Gobierno, “nuestra intención es mantener en 2024 la reducción del precio de los abonos de transporte y de convertir más adelante esta medida en estructural para determinados colectivos”.
Un objetivo que viene a reforzar el compromiso del Ministerio y el Gobierno con la promoción del uso del transporte público colectivo para contribuir a reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad de vida de la ciudadanía. “El transporte público es una prioridad y ha sido la gran apuesta del Gobierno para proteger a la ciudadanía de las consecuencias económicas de la invasión rusa de Ucrania y, al mismo tiempo, combatir la inflación y reducir nuestra dependencia energética y el consumo de combustibles fósiles”, aseguró Raquel Sánchez durante su participación esta mañana, en el Encuentro Urbes Resilientes El País-Acciona.
En este sentido, la titular de Mitma reiteró el transporte público es el gran protagonista de la movilidad sostenible y constituye el principal instrumento de vertebración del país, “también para aquellas zonas, dispersas geográficamente y afectadas por la despoblación, cuya dependencia del vehículo privado es hoy casi absoluta”.
Tal y como explicó la ministra, la dependencia del vehículo privado dificulta a los colectivos más vulnerables el acceso a los servicios básicos o a diferentes oportunidades de trabajo, por lo que desde el Ministerio se está trabajando, con ayuda de la tecnología, en la promoción de nuevos modos de transporte que permitan ampliar y mejorar la oferta en las zonas con menor población, como los servicios a demanda, el transporte compartido o las rutas dinámicas.
“Tenemos que ser capaces de movernos mejor o de crear las condiciones para que la movilidad sea innecesaria. Para ello estamos impulsando la conexión a Internet de todo el territorio y estamos decididos a aprobar una cartera de servicios básicos de calidad a menos de 30 minutos del lugar de residencia”, ha señalado la ministra durante el encuentro, en el que se ha puesto el foco en las ciudades y en la necesaria transformación que han de acometer para mejorar la calidad de vida de sus habitantes ante desafíos tan inmensos como el calentamiento global.
En este contexto, la ministra indicó que el problema de las grandes ciudades es muy diferente al de las zonas rurales por lo que, en este caso, la solución pasa por una redefinición urbanística que nos devuelva a un modelo de ciudad mediterránea, compacta y relativamente densa, y con equipamientos bien planificados.
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