Un director de arte llamado Pablo Rochat, que vive en la ciudad de San Francisco, en EEUU, decidió pasar el rato divirtiéndose un poco a costa de sus vecinos y una buena cantidad de decepción, según informa el diario digital 20minutos.
El tipo decidió imprimir pegatinas con forma y tamaño de auriculares AirPods, los famosos (y caros) auriculares inalámbricos de Apple. Después los pegó en el suelo de calles, escaleras, alcantarillas, baldosas... y esperó a la reacción de la gente.
Y claro, los viandantes pasaban y veían un AirPod en el suelo y sin dudar se agachaban a recogerlo, para descubrir con frustración que era sólo una pegatina y no su día de suerte.
Además de subir fotos y vídeos de su broma, Rochat ha creado incluso una dirección web desde donde se pueden descargar las plantillas para hacer pegatinas y poder realizar la broma uno mismo.