Marcos González, de 63 años, ha sido el último paciente con Covid-19 en dejar la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital General de Alicante, tras pasar 101 días en críticos. Con los brazos en alto y al ritmo de Rocky Balboa, el paciente, "campeón de campeones", ha pasado por fin a planta, según ha celebrado con aplausos su familia y el personal sanitario que le ha acompañado en el camino, que le ha alentado gritando su nombre y "campeón", mientras él levantaba los brazos en señal de victoria.
Se trata del paciente que más tiempo ha estado en la UCI del General, tras llegar al centro el 20 de marzo y pasar a críticos tres días después. "La vida ha vencido y se ha hecho paso, tras muchos altibajos y una larga lucha contra el virus y sus posteriores complicaciones", señala el centro, que considera que esa lucha de Marcos es "una historia de superación que merece ser contada" y que su familia ha querido compartir "para servir de inspiración e insuflar energía a quienes todavía siguen combatiendo el virus".
Su hija, Paula, explica que su padre comenzó a encontrarse mal el 13 de marzo, un día antes del estado de alarma, y permaneció una semana en casa con síntomas de malestar, fiebre y cansancio. "101 después podemos decir que hemos vencido, tras muchos altibajos, pasitos adelante y atrás y muchas recaídas", ha manifestado la hija, que subraya que las secuelas del paso del virus por el cuerpo de su padre han sido "muy severas a nivel pulmonar, complicaciones en el corazón, riñón, bactarainas y también el despertar fue muy difícil".
En mayo pudieron empezar a verle y en junio comenzaron a llegar "buenas noticias, a ver una mejoría ascedente" porque Marcos cada vez iba necesitando menos el respirador y el día 24, San Juan, festividad en Alicante, empezó a respirar por él mismo; se plantearon cerrarle la traqueotomía; que pudiera empezar a comer "y pudimos escucharle hablar tras mucho tiempo", relata.
"El alma en un puño"
Según Paula, "es una historia de superación, de lucha, que todos hemos vivido con intensidad, angustia y una preocupación tremenda", en los que durante los 50 primeros días se pasaron pendientes de la llamada del hospital y esperando a ver la evolución "con el alma en un puño". "Fue una maravilla ver la gran calidad humana de todo el personal sanitario que ha tratado con papá y que hay en los hospitales", afirma Paula, que expresa un "agradecimiento infinito a todas las personas que han hecho esto posible, que han luchado y han creído en papa desde el primer día y no han tirado la toalla".
"En este recibimiento a la nueva vida de mi papá, queremos tener como lema 'campeón de campeones, nunca rendirse'. Es para él y para todos los sanitarios", explica, para señalar que han elegido la canción de Rocky Balboa porque es una "historia de superación y agarrarse a la vida".
A su juicio, "al final ese sentimiento y fuerza es lo que le ha ido manteniendo al papá", al que ahora le queda un camino largo para recuperarse pero para el que cree que "ha sido un verdadero milagro de Dios, que nos ha concedido una segunda oportunidad y un aprendizaje enorme a todos". "Queremos que la historia pueda servir de inspiración y esperanza como nos han servido otras historias; vamos a vivir y disfrutar de la vida, porque la vida en sí es un milagro", concluye.