Los agentes recibieron el aviso de que había un coche estacionado en uno de los carriles de circulación de la céntrica avenida Primo de Rivera de la ciudad. Al llegar al lugar, vieron que en el interior del coche había dos jóvenes, ambos dormidos. El conductor, además, se encontraba sosteniendo su propio teléfono móvil.
Tras realizársele la prueba de alcoholemia, el conductor casi cuadruplicó el límite establecido, por lo que fue detenido por un presunto delito contra la Seguridad Vial, mientras que el coche fue retirado por una grúa.