Con motivo del 20ºaniversario del 11M, la psicóloga Marina Fernández, ha recordado cómo vivió esos momentos y ha reflexionado acerca del impacto que tuvo y que aún tiene en la sociedad veinte años después, asegurando que "fue un antes y un después" tanto en el "mundo de la psicología" como en la percepción solidaria "como sociedad".
La psicóloga ha explicado en declaraciones a Europa Press Televisión, que "fue un antes y un después para los psicólogos porque realmente a partir de ahí" han tenido "muchísima más presencia en la sociedad". "Fue un día bastante caótico para todos e impactante, pero bueno, luego al final pudimos organizarnos como psicólogos y ayudar en lo que pudimos", ha destacado.
Desde la perspectiva como sociedad, también supuso ese punto de inflexión, porque según Fernández, "nos volcamos como sociedad para ayudar a quien lo necesitaba" y tal y como añade, es algo que "luego se ha ido repitiendo cuando han ocurrido otros acontecimientos importantes". "Ya tenemos mucho más activado eso de que se puede ayudar, que siempre se puede hacer algo", ha aseverado.
"A todos nos impactó muchísimo, porque no nos esperábamos que eso pudiera pasarnos a nosotros. Y yo creo que nos descolocó bastante y sacó lo que siempre se dice, esa ayuda y que todos nos volcamos en ayudar a los que estaban sufriendo en ese momento", ha añadido.
Por su parte, cuando ocurrieron los atentados Marina estaba trabajando y enseguida pensó en que "había que colaborar, pero no sabía cómo había que hacerlo". Con este objetivo se puso en contacto con el Colegio de Psicólogos de Madrid y les "fueron llamando para distintos dispositivos en función de lo que era necesario".
"En mi caso yo acudí al Ifema, a la intervención con los familiares o las víctimas que se trasladaban allí, tanto para el reconocimiento de los familiares que hubieran fallecido, como para el reconocimiento de los objetos que estaban allí", ha relatado.
En ese momento, según ha recordado, "había víctimas que estaban muy enteras, pero luego salen las emociones y otras que estaban totalmente desorientadas". Sobre todo, la psicóloga cree que, la clave para describir ese momento, está en que "nadie se podía creer, ni siquiera ellos mismos, "lo que estaba ocurriendo, porque es una magnitud que aquí en Madrid no habíamos imaginado".
Eso sí Fernández ha matizado que "no todas las personas que sufren un acontecimiento traumático necesitan posteriormente ayuda", aclarando que "muchísima gente con sus propios recursos tira para adelante" y, que precisamente, su función "en esos primeros momentos, es como ayudar a que esas personas que pueden sacar adelante sus recursos, saquen esos recursos y no se complique la situación".
Pero la psicóloga admite que, por supuesto, "hay personas a las que se les enquista esta situación y se complica más". "A lo largo de estos años, trabajando con las personas víctimas de sucesos de este tipo, he visto que muchas de ellas van superándolo, pero es verdad que hay algunas de ellas, que 20 años después siguen arrastrando las secuelas de aquello que vivieron", ha lamentado.
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