Un jurado popular juzga desde este miércoles a una joven que mató a su padre con un cuchillo de cocina en una vivienda de Godella (Valencia) después de que este le insultara y agrediera porque la hija no le había cambiado la tarjeta SIM de un teléfono móvil a otro, tal como él le reclamó cuando llegó a casa en estado de embriaguez.
Por estos hechos, Fiscalía solicita una pena de 15 años de prisión para la chica por un homicidio con las agravantes de abuso de superioridad y parentesco. En el juicio, que ha comenzado este miércoles, la acusada ha reconocido los hechos, aunque ha defendido entre sollozos que su intención no era la de acabar con la vida de su progenitor.
Todo ocurrió cuando el fallecido, que vivía con su hija --la madre tuvo que ser ingresada en una residencia por sus problemas psicológicos y con los medicamentos, según ha relatado la procesada-- llegó una noche a casa bajo los efectos del alcohol. El hombre le reclamó a su hija que le cambiara la tarjeta SIM de un móvil a otro y, cuando esta no pudo, comenzó a lanzarle graves insultos, a decirle que era igual que su madre, rompió un plato contra el fregadero y, finalmente, acabó pegándole un puñetazo en la nariz.
Tras esto, la acusada cogió un cuchillo de cocina y se lo clavó "reiteradas veces" en el brazo izquierdo y el costado. Con el hombre ya en el suelo, la chica comenzó a decirle al fallecido "¡Papá, perdona! ¡Papá, perdona!", se fue a esconder el cuchillo debajo de la cama, y bajó llena de sangre a pedirle ayuda a un vecino.
Después, se comunicó por teléfono con un amigo para pedirle el teléfono de Emergencias mientras le decía "creo que he matado a mi padre" y, finalmente, llamó al 112 y dijo que su progenitor se estaba desangrando y tenía varios cuchillazos.
La defensa de la acusada ha alegado que estaba enferma y ella misma ha respondido a preguntas de su letrado que era adicta a una gran cantidad de medicamentos antidepresivos, para dormir y de todo tipo.
En su relato, en el que solo ha respondido a las preguntas de su abogado, la mujer ha asegurado que su padre llegó "bebido" a casa la noche de los hechos y empezó a reclamarle "muy agresivo" que le cambiara la tarjeta del móvil. Ella, ha continuado, le dijo que no podía y que se esperara al día siguiente, pero su padre comenzó a insultarle y acabó agrediéndole.
También ha sostenido que, tras clavarle el cuchillo, pensaba que su padre no estaba muerto y ha asegurado que no quería acabar con su vida. Además, ha afirmado que mientras esperaba la llegada de la ambulancia estaba sosteniendo a su padre e intentando auxiliarle.
Asimismo, la joven ha relatado cómo su padre "llegaba todos los días bebido" y ella se medicaba para "aguantar los maltratos". "Tenía miedo y no sabía dónde ir", ha dicho la chica. El día de los hechos ha dicho no saber por qué cogió el cuchillo: "Intenté cambiar la tarjeta un montón de veces, me insultaba y me insultaba y me pegó un puñetazo", ha justificado.
Juzgan a una joven que mató a su padre tras agredirla porque no le había cambiado la tarjeta del móvil
La chica admite los hechos aunque defiende entre sollozos que su intención no era matar a su progenitor, que la maltrataba.
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