Que la situación que vivimos está crispando los nervios de más de uno es más que obvio. Así lo demuestra la respuesta impertinente, fuera de lugar y además vandálica que han recibido una pareja salmantina residente en Madrid.
Los dos jóvenes, que residen en el madrileño barrio de Pacífico, decidieron hace unos días ofrecer su ayuda desinteresada a sus vecinos. "Nosotros podemos", dijeron, indicando que si los vecinos se ayudaban saldrían antes de esta. Sin embargo, alguien no lo entendió así y dejó su sello garabateado en el ascensor.
Parece que no sólo los trabajadores esenciales son atacados o insultados por algunos de sus vecinos cuando regresan a casa. Otros deciden ya qué está bien o qué está mal por el hecho de que otros usen palabras que no le gustan.