Durante su intervención a distancia desde la Torre Iberdrola de Bilbao, ha lanzado una llamada a la responsabilidad y la colaboración para paliar los efectos de la crisis provocada por la pandemia del coronavirus, COVID-19.
Con un quórum del 77,04% del capital social, especialmente relevante teniendo en cuenta el carácter telemático de esta Junta General, todos los bloques de acuerdos incluidos en el orden del día han sido respaldados con un voto afirmativo superior al 94%, repartidos del siguiente modo:
Grupo 1 (resultados de la gestión y auditoría): 98,99%.
Grupo 2 (Sistema de gobierno corporativo): 99,92%.
Grupo 3 (retribuciones): 97,82%.
Grupo 4 (Consejo de Administración): 97,90%.
Grupo 5 (autorizaciones y delegación de facultades): 94,93%.
Durante su intervención, Ignacio Galán ha anunciado que, ante la situación actual, “tan pronto como sea posible aceleraremos las inversiones para contribuir a la actividad económica y evitar la destrucción de empleo aplicando, por supuesto, las medidas de seguridad y sanitarias más adecuadas para todos los que contribuyan a llevarlas a cabo.”
A continuación, ha añadido: “Estamos convencidos de compartir con ustedes, la certeza de que la aceleración de las inversiones, una vez finalice esta situación excepcional, es la mejor -me atrevería a decir que la única- fórmula para salir de este escenario de crisis y de incertidumbre. Por ello pretendemos que en 2020 las inversiones superen ampliamente el récord registrado ya el ejercicio pasado, para alcanzar los 10.000 millones de euros.”
Este esfuerzo permitirá que, de los 9.000 megavatios (MW) de nueva capacidad actualmente en construcción, al menos la mitad entrarán en operación durante el presente ejercicio. En concreto, Iberdrola avanza actualmente en todo el mundo en 30 plantas solares fotovoltaicas, 50 parques eólicos terrestres, nuevos parques eólicos marinos como Saint Brieuc (Francia), Baltic Eagle (Alemania) y Vineyard Wind (Estados Unidos); la gigabatería de bombeo del complejo del Támega (Portugal), más de 5.000 kilómetros de líneas de transmisión de muy alta tensión en Brasil y nuevas redes de distribución en los estados de Nueva York, Maine y Connecticut.
Junto a las nuevas inversiones, Ignacio Galán ha anunciado un ambicioso plan de compras que proporcionará visibilidad a toda la cadena de suministro, fomentando con ello la actividad y el empleo: “Hemos adelantado pedidos a miles de proveedores por más de 3.800 millones de euros, con lo que los acuerdos en curso para entrega hasta 2023 superan los 20.000 millones de euros.”
“Seguiremos adelante desde el total convencimiento de que saldremos de esta situación y que, por tanto, las nuevas infraestructuras serán absolutamente necesarias”, ha explicado Galán. “Para ello, tras incorporar a 3.500 trabajadores en 2019, esperamos alcanzar en 2020 la cifra récord de 5.000 nuevas contrataciones. Superaremos así los 40.000 empleados en la compañía”, ha añadido. Al mismo tiempo, se mantendrá el compromiso integral con la igualdad de género, que se traduce en que Iberdrola es la gran empresa del Ibex 35 con mayor porcentaje de mujeres en el Consejo de Administración, en la inexistencia de brecha salarial en el grupo y en el creciente número de mujeres en todos los puestos de la compañía.
Galán ha destacado también el firme compromiso de la empresa con el cuidado del medio ambiente y la lucha contra el cambio climático: “Nuestras emisiones de CO2 se sitúan hoy en 110 gramos por kWh, tres veces menos que las de nuestros competidores, y por debajo ya del objetivo que algunos de ellos se están marcando para el año 2030.”
A continuación, Ignacio Galán ha reiterado “la disposición total de Iberdrola a ejercer su papel como empresa tractora tan pronto como salgamos de la coyuntura actual, momento en que la dinamización de la actividad económica y del empleo va a ser más necesaria que nunca. Esa actividad repercutirá también de forma muy notable en las arcas públicas, en beneficio de todos los ciudadanos de los países en los que estamos presentes.” Solo en 2019, la contribución fiscal de Iberdrola ascendió a 14.000 millones de euros, de los que 8.000 millones correspondieron a impuestos directos en la cuenta de resultados o bien recaudados por cuenta de clientes y empleados.
Los empleados del grupo, modelo de dedicación, solidaridad y sacrificio
El presidente de Iberdrola ha dedicado buena parte de su intervención a agradecer la labor de los profesionales de la compañía que siguen trabajando para poder garantizar el suministro eléctrico durante estas semanas: “Quiero reconocer el extraordinario trabajo de los miles de profesionales de las diversas empresas del grupo que están demostrando en todo el mundo un gran sentido del deber y una enorme profesionalidad al servicio de los ciudadanos. Con su dedicación, solidaridad y espíritu de sacrificio, todos y cada uno de ellos están contribuyendo a escribir nuevos capítulos en la historia de nuestra compañía.”
Ignacio Galán ha recordado además cómo desde los primeros momentos en los que la amenaza de la COVID-19 fue perceptible, la empresa se puso en marcha “con el objetivo de velar por la salud de nuestros empleados y la de nuestros contratistas; asegurando, con ello, que los ciudadanos puedan seguir recibiendo con total normalidad el suministro eléctrico, garantizando el empleo de todos nuestros trabajadores y haciendo todo lo que está en nuestra mano para evitar la destrucción de empleo de decenas de miles de personas que trabajan en las empresas de nuestros proveedores, manteniendo a la vez las máximas precauciones de seguridad y salud.”
Durante su intervención, el presidente de Iberdrola ha explicado también cómo la compañía está aprovechando sus capacidades logísticas y financieras para adquirir, de acuerdo con las instituciones competentes, material sanitario y de prevención por un importe de, al menos, 25 millones de euros. En concreto, la compañía entregará a las autoridades sanitarias respiradores, trajes sanitarios y mascarillas.
En total, 107 medidas implementadas por el grupo a nivel global durante esta crisis, en la que más de un 90% de la plantilla de oficina se encuentra teletrabajando y en la que se ha reorganizado el trabajo de personal de exterior de las centrales y de las redes de transporte y distribución. “Este plan integral nos está permitiendo garantizar la continuidad del suministro eléctrico al conjunto de la población, reforzando a la vez con medios humanos y técnicos aquellas infraestructuras de especial sensibilidad, como hospitales o centros de salud”, ha añadido Galán.
En resumen, la respuesta de Iberdrola a la crisis de la COVID-19 es “plenamente consecuente” con el modelo que lleva aplicando desde hace décadas, orientado a la creación de valor sostenible para accionistas, empleados y sociedad en general.
Repaso a 2019 y previsiones para 2020
Como siempre que se celebra la Junta General de Accionistas, el presidente de Iberdrola ha repasado la marcha del ejercicio anterior, en el que se ha demostrado cómo el modelo de la compañía, asentado en la “economía social de mercado”, aporta valor para los accionistas y genera riqueza y desarrollo sostenible para empleados y sociedad en general.
Tras un año en el que las inversiones alcanzaron el nivel récord de 8.158 millones de euros, un 32% más; en el que se pusieron en funcionamiento proyectos que suman una capacidad de 5.500 MW, quintuplicando la media de nueva capacidad instalada en los últimos años, y en el que la empresa continuó reforzando y ampliando sus infraestructuras de redes en todo el mundo, el beneficio operativo bruto (Ebitda) del grupo superó por primera vez los 10.000 millones de euros y el beneficio neto aumentó un 13% hasta los 3.406 millones de euros. Como consecuencia, el Consejo de Administración ha podido proponer a la Junta General celebrada hoy un incremento de la retribución al accionista con cargo a 2019, hasta los 0,40 euros por acción.
También durante 2019, el grupo continuó redoblando esfuerzos en pro de la innovación, área en la que invirtió 280 millones de euros; lo que le ha valido para consolidarse como una de las tres empresas del sector eléctrico que más recursos destina a la I+D+i en el mundo, además de recibir el Premio Nacional de Innovación.
De este modo, en palabras de Ignacio Galán, “Iberdrola encara 2020 con un proyecto empresarial consolidado, enfocada en la excelencia en el servicio a nuestros clientes y en la inversión en infraestructuras energéticas sostenibles, y comprometida con seguir contribuyendo a la generación de riqueza y empleo para todos.” Asimismo, ante las preguntas de los accionistas, ha recordado que la compañía cuenta con una liquidez suficiente para cubrir 18 meses en un escenario de cierre de los mercados financieros.
Sobre las previsiones para final de año, Galán ha reafirmado que “el plan de inversiones previsto, junto con la contención de los gastos, e incluso asumiendo los costes de las medidas extraordinarias que hemos adoptado y los desembolsos para la adquisición del material sanitario que las autoridades nos han especificado y que ponemos a su disposición según va llegando, nos llevan a esperar, con los datos que tenemos a la fecha, que en 2020 el beneficio neto pueda superar el de 2019, y que el dividendo crezca en esa misma línea.”
Al concluir su intervención, el presidente de Iberdrola ha querido reiterar su agradecimiento a todas las mujeres y hombres que integran “la familia Iberdrola”, a los representantes sindicales y a todos y cada uno de los miembros del Consejo de Administración, “por su trabajo, ayuda y apoyo constante”. “En particular, a Inés Macho y a Denise Holt, que dejan este Consejo después de realizar una magnífica labor durante muchos años”. Para finalizar, Galán ha dado la bienvenida a las nuevas consejeras, la británica Nicola Brewer y la brasileña Regina Nunes, “quienes estoy seguro van a aportarnos toda su experiencia y conocimiento.”