La Guardia Civil ha detectado una vuelta a las "estafas habituales" tras atender a través del Grupo de Delitos Telemáticos unas 13.000 comunicaciones sobre posibles ciberdelitos vinculados al covid-19, con una media de 160 diarias, desde que se decretó el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Los especialistas se han centrado principalmente en posibles casos de abuso sexual de menores y en el intento de robos de credenciales bancarias.
La evolución del tipo de ciberdelitos ha sido abordado este jueves en una reunión de la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, y el equipo del Grupo de Delitos Telemáticos de la Unidad Central Operativa (UCO) del Instituto Armado que encabeza el teniente coronel Juan Rodríguez Álvarez de Sotomayor.
Según ha explicado el jefe del Grupo de Delitos Telemáticos, mientras que en las primeras semanas de confinamiento se detectó que los ciberdelincuentes adaptaron sus formas de actuar intentando engañar a las personas con productos y temas relacionados con el covid-19, en las últimas semanas se ha constatado que han vuelto a lo que se podría denominar "estafas habituales".
ABUSO Y EXPLOTACIÓN SEXUAL DE MENORES
La Guardia Civil ha destacado que si hay un asunto al que se ha prestado especial atención durante el estado de alarma ha sido a los delitos relacionados con el abuso y la explotación sexual de menores en internet, que han experimentado un incremento significativo en estos meses por lo que se han abierto varias operaciones policiales.
"Estas operaciones son muy complejas de realizar por lo que son fundamentales los denominados equipos de identificación de víctimas y las bases de datos gestionadas por Interpol en las que los diferentes cuerpos policiales del mundo graban las series que se detectan de material pedófilo, algo que ayuda enormemente a los investigadores para localizar a los productores de las mismas y poder proceder a su puesta a disposición judicial", han señalado.
Entre las operaciones que se han realizado o iniciado durante estos meses destacan las que tienen que ver con páginas web que ofertaban productos relacionados con el covid-19 de los que no disponían; falsas web creadas supuestamente para recibir donaciones para comprar material sanitario; así como otras páginas que han suplantado a organismos como Cáritas o marcas de alimentación donde se ofrecían bonos de descuentos para los que si se quería tener acceso había que dejar los datos personales que luego se utilizan fraudulentamente.
También se ha atendido ante la suplantación de correos de la Inspección de Trabajo y Seguridad Social o la Agencia Tributaria, cuyo fin era instalar troyanos bancarios para robar credenciales a banca online.
En la reunión se ha puesto en valor los resultados del fomento de la comunicación tanto con las empresas como con los ciudadanos habilitando diferentes canales para que pudieran informar sobre ciberincidentes relacionados con ciberataques y ciberfraudes. Una de las principales herramientas ha sido el correo electrónico ciberestafas@guardiacivil.org.
Según los datos de la Guardia Civil, han sido casi 400 los contactos con empresas de telecomunicaciones, tecnológicas, logísticas, financieras o de comercio electrónico, entre otras. Otro ámbito en el que se ha trabajado intensamente ha sido en la labor de prevención del ciberdelito a través de los perfiles en las diferentes redes sociales, especialmente por el confinamiento que ha potenciado el teletrabajo y las compras online.