Uno de los campos de la salud en los que más avances se han llevado a cabo es la longevidad, presentando un escenario que, si bien parece ciencia ficción, marcará la pauta de la salud en los próximos años.
Un grupo de investigación de la Universidad de Harvard ha demostrado que el envejecimiento no es una condena, sino una enfermedad.
Madrid, 18 de noviembre de 2024.- Los avances en materia de regeneración y longevidad han avanzado tanto en los últimos años que a día de hoy se le puede devolver el uso de las manos a un joven tetraplégico, rehabilitar la pérdida sensorial en personas con demencia, predecir la morbilidad y la mortalidad a partir de fotografías de retina o, en un futuro más inmediato, restaurar la visión de pacientes afectados por glaucoma.
Parece ciencia ficción, pero no lo es. La medicina antienvejecimiento es una realidad y el futuro ya está aquí.
En palabras de Néstor Sánchez, divulgador, autor y experto en Psiconeuroinmunología Clínica (PNI) y profesor del nuevo Curso de Longevidad de Regenera Prime: "La longevidad es uno de los campos de estudio más interesantes a día de hoy, porque se está demostrando que no solo no es inexorable, sino que se puede ralentizar e incluso revertir, protegiendo a los pacientes contra enfermedades muy asociadas al envejecimiento como la diabetes tipo 2, el Alzheimer, las patologías cardiovasculares o el cáncer".
El grupo de investigación de Harvard, liderado por David Sinclair, ha demostrado que el envejecimiento no es una condena, sino una enfermedad, de la que ese extraen 3 conclusiones: si es una enfermedad, no es inevitable; que es una enfermedad única con muchas manifestaciones, desde arrugas hasta enfermedades cardíacas, cáncer y trastornos autoinmunes y, por último, que el envejecimiento es tratable e incluso reversible.
Las zonas azules: donde el envejecimiento es una realidad desconocida
Existen regiones conocidas como las zonas azules donde la proporción de gente que vive hasta los 100 años es más amplia que en el resto del mundo.
"El término "zonas azules" fue acuñado por el fundador de Blue Zones, Dan Buettner, que es un explorador de National Geographic y periodista, durante un proyecto que dirigió en 2005. Después de una expedición a Okinawa (Japón) para investigar la longevidad allí, Dan se propuso explorar otras regiones y su proyecto acabó identificando cinco zonas azules originales que son las regiones del mundo con las poblaciones más saludables y longevas: Okinawa (Japón), Cerdeña (Italia), Nicoya (Costa Rica), Icaria (Grecia) y Loma Linda (California)", explica Néstor Sánchez, que además es fundador de Regenera, empresa especializada en Psiconeuroinmunología Clínica (PNI) y medicina integrativa.
Los genes de la longevidad, ¿es posible ralentizar el ritmo del envejecimiento y el avance de las enfermedades?
Son muchas las personas a lo largo de todo el mundo que han intentado replicar el estilo de vida de estas regiones sin éxito, porque se olvidan de un factor fundamental: entender cómo los habitantes de estas zonas azules han logrado activar los mecanismos que estimulan procesos regenerativos conocidos como los "genes de la longevidad" cuyo descubrimiento, según el Sinclair Lab de Harvard, demostró que es posible ralentizar el ritmo del envejecimiento y de las enfermedades.
"Del mismo modo que un CD no suena bien cuando está arañado, el envejecimiento tiene su causa principal en la pérdida de información epigenética. Es decir que si el CD fuera una secuencia de ADN, la causa del envejecimiento serían los arañazos. Hoy en día las investigaciones se centran en qué pasaría si esos arañazos se pudieran pulir, consiguiendo regenerar tejidos, haciendo que las células rejuvenezcan o que las heridas se curen más rápido", subraya Néstor Sánchez, quien además señala que estos tratamientos e investigaciones darán lugar a un futuro en el que se podrá mejorar drásticamente la vida de las personas y aumentar su esperanza de vida.
El estudio de las mitocondrias: clave para entender el desarrollo del envejecimiento
El estudio de las mitocondrias también ha sido clave en los últimos años. Hay mucha evidencia que indica que las enfermedades relacionadas con el envejecimiento tienen un componente mitocondrial.
Según Néstor Sánchez: "Lo que la evidencia científica demuestra es que, aunque hay enfermedades relacionadas con el envejecimiento cuyos componentes mitocondriales son comunes, todavía se sabe muy poco de lo que conduce a la pérdida progresiva de la aptitud mitocondrial durante el envejecimiento. Y, por tanto, investigar en la homeostasis de las mitocondrias, podría contribuir a prolongar la vida saludable".
Longevidad y enfermedades neurodegenerativas
Las enfermedades neurodegenerativas que atacan principalmente a la mediana y a la tercera edad, aumentan cuando las poblaciones envejecen. Los estudios más avanzados en longevidad, están trabajando en identificar cuáles son los impulsores moleculares de esta degeneración neuronal y de otros aspectos clave. Según cuenta Néstor Sánchez: "Se está estudiando cómo genes nuevos, cambios epigenéticos y desequilibrios metabólicos, afectan al envejecimiento del cerebro. La idea de estas investigaciones es desarrollar intervenciones que puedan prevenir su aparición o ralentizar su progresión y posiblemente, en unos años, poder revertirla regenerando los tejidos dañados".
En resumen, la investigación y los avances en materia de longevidad hablan de que ya no se trata de vivir 150 años, que eso es algo que ya está a la vuelta de la esquina, sino de vivir sano y manteniendo la vitalidad para que la calidad de vida de las poblaciones pueda ser mejor y que la edad no sea un factor de riesgo para la enfermedad, sino un indicativo de salud y fuerza vital.