Ya han pasado dos semanas y media desde que se decretara el estado de alarma en España. En este periodo son pocos los establecimientos que permanecen abiertos, únicamente los considerados esenciales y de primera necesidad. Entre ellos se encuentran los supermercados que han visto como la población ha ido variando a la hora de ‘gustos’.
En la primera semana los ciudadanos arrasaron de manera compulsiva y por un efecto que nadie ha logrado explica con el papel higiénico. Los estantes de los supermercados que almacenaban este elemento estaban siempre vacíos para desesperación de los que no podían hacerse con ellos.
Tras eso, la siguiente locura llegó con el alcohol, y los estantes con este producto permanecieron vacíos durante varios días.
Y ahora, tras el papel higiénico y el alcohol, el turno llega con la harina, según explica el diario digital 20minutos. La normal, la de fuerza e incluso la de centeno integral han desaparecido como consecuencia de esa fiebre panarra que, por lo visto, ha recorrido el país de norte a sur. Sí, algo de culpa tienen también los pasteles y magdalenas que hacemos cual obrador industrial pero, al parecer, la histeria es sobre todo con el pan, porque la levadura -fresca y seca- también ha volado de los supermercados, mientras que la Royal para repostería aguanta algo mejor.