La mayoría de los consumidores españoles, casi nueve de cada diez (el 89%), apoyarían una nueva normativa para mejorar el bienestar de los animales de granja, como proporcionar más espacio, prohibir los sistemas de jaulas y las mutilaciones, según una encuesta realizada por la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) junto a otros siete países europeos en colaboración con BEUC (la Organización Europea de Asociaciones de Consumidores).
Tal y como lo han indicado este martes en un comunicado, las organizaciones, de las que forma parte también la Federación de Consumidores y Usuarios CECU, piden a la Comisión Europea que "preste atención" a las preocupaciones de los consumidores y cumpla su compromiso con el bienestar animal, proponiendo nuevas leyes y actualizando las existentes.
Según la encuesta, los consumidores quieren saber más sobre cómo se crían los animales de granja y necesitan un etiquetado fiable y, por ejemplo, tres de cada cuatro (76%) quieren que el método de etiquetado de producción se extienda a otros productos además de los huevos, como son la carne o la leche.
Además, los consumidores dicen "no al marketing engañoso del bienestar animal", tienen "poca confianza" en las afirmaciones de las empresas sobre bienestar animal y el 84% reaccionaría negativamente al lavado del bienestar. Por esta razón, las organizaciones recomiendan a la industria "pensárselo dos veces antes de dedicarse al marketing engañoso sobre bienestar animal, ya que puede empañar la reputación de sus marcas durante mucho tiempo".
La Federación de Consumidores y Usuarios CECUA ha destacado que, a pesar de que casi 8 de cada 10 personas encuestadas en España demuestran tener pocos conocimientos sobre las reglas de bienestar animal, solo un 54% son conscientes de ello.
La OCU pide que el Gobierno garantice que el coste hacia una transición de mayor bienestar animal se comparta equitativamente en toda la cadena de valor y no por los consumidores que, según denuncia, llevan padeciendo un elevado incremento en el precio de los alimentos durante meses. Los agricultores tampoco deberían ser los más afectados, ha señalado en un comunicado.
En este sentido, los consumidores están de acuerdo (82%) en que las importaciones de productos animales deberían estar sujetas a las mismas normas de bienestar que los producidos en la UE. Además, una gran mayoría (77%) quisiera que la UE proporcionara fondos a los productores para implementar normas más estrictas de bienestar animal.
De la encuesta también se desprende que se necesita apoyo financiero: aproximadamente seis de cada diez consumidores están dispuestos a pagar más por normas más estrictas en materia de bienestar animal, aunque con limitaciones; el 34% solo pagaría hasta un 5% más.
Si bien una gran mayoría de consumidores considera importante mejorar los estándares de bienestar animal, la UE y los gobiernos nacionales deben garantizar que los costes de esta transición se compartan equitativamente y no sean asumidos únicamente por los consumidores, ha destacado la OCU.
"Esta transición tiene que realizarse, sí o sí, con apoyo económico, para que el precio no lo paguemos las productoras ni las consumidoras. Un 77% de las personas encuestadas en España opinan que la UE y el Gobierno debe dar ayudas económicas a las ganaderas para que adapten sus prácticas a otras más respetuosas", ha indicado el responsable de alimentación de CECU, Eduardo Montero.