Concretamente, la Cámara Baja tiene que votar si aprecia la existencia de una situación de excepcionalidad que justifique la necesidad de suspender estas reglas de déficit y de deuda y, para legitimar la decisión del Gobierno, éste necesita de una mayoría absoluta en el Congreso.
Así, pues, al Ejecutivo no le basta con sumar más apoyos que rechazos, sino que necesita alcanzar al menos 176 votos afirmativos, apoyos que PSOE y Unidas Podemos podrían alcanzar con Ciudadanos, Junts y el PNV.
Hasta el momento, han confirmado a Europa Press su apoyo a la suspensión de las reglas fiscales Ciudadanos, Junts, Más País, la CUP, Compromís, Coalición Canaria y el Partido Regionalista Cántabro (PRC), lo que sumado al PSOE y a Unidas Podemos, alcanzaría el mínimo de 176 votos favorables.
Pero también confía en el PNV, con quien ya está negociando los Presupuestos Generales y con el que gobierna en Euskadi, así como con ERC, que siempre rechaza la imposición de topes de gastos y además ahora preside interinamente la Generalitat.
UNA EXCEPCIÓN ANTE SITUACIONES DE EMERGENCIA
La suspensión de las reglas fiscales, aprobada por el Gobierno con el visto bueno de la Comisión Europea, está amparada por los artículos 135.4 de la Constitución y en el 11.3 de la Ley de Estabilidad Presupuestaria.
Estos artículos recogen la posibilidad de exceder los límites de déficit estructural y de deuda en caso de catástrofes naturales, recesión económica o situaciones de emergencia extraordinaria "que escapen al control del Estado y perjudiquen considerablemente la situación financiera o la sostenibilidad económica o social del Estado". Eso sí, esas excepciones deben ser "apreciadas por la mayoría absoluta de los miembros del Congreso de los Diputados".
El debate parlamentario servirá de preludio de la tramitación presupuestaria, ya que en el acuerdo aprobado por el Consejo de Ministros para suspender las reglas fiscales que se remitió al Congreso informaba también a la Cámara del límite de gasto no financiero, el conocido como techo de gasto.
TECHO DE GASTO SIN SENDA DE ESTABILIDAD
Este techo de gasto acompaña habitualmente a la senda de estabilidad presupuestaria, los objetivos de déficit y de deuda pública, que en un ejercicio normal el Gobierno debe someter a votación tanto en el Congreso como en el Senado.
Para este año, el Ejecutivo ha disparado en casi un 54% el marco presupuestario, hasta los 196.097 millones de euros, al contemplar en él la recepción de fondos europeos y transferencias de fondos a la Seguridad Social y a las comunidades autónomas.
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