Así lo asegura el decano del Colegio Profesional de Podología de la Comunidad de Madrid (COPOMA), el doctor Pedro Villalta, en una entrevista con Infosalus. "Hay que tener mucho cuidado con ellas porque las chanclas están limitadas únicamente a playa, piscina o duchas públicas; no podemos ir todo el día con las chanclas", explica el experto, que insiste en que los expertos recomiendan este calzado "únicamente para zonas de verano".
Según el doctor Villalta, que hace la misma recomendación en el caso de los niños, el uso continuado de chanclas genera multitud de problemas. El primero de ellos es que con las chanclas el pie va desprotegido y lo convierten en blanco de agresiones externas, como arañazos, golpes o cortes. Además, favorecen que los talones se agrieten, lo que "genera riesgo de infecciones", especifica el experto. "El pie siempre debe ir protegido a pesar de que sea verano", zanja el decano de COPOMA.
Por otra parte, las chanclas causan "problemas de equilibrio y van aumentar el riesgo de caídas", continúa el doctor Villalta, que finaliza la enumeración con "problemas de circulación en las piernas".
También el experto remarca que las chanclas están "contraindicadas" en las personas que sufren de pies planos y hace hincapié en que los diabéticos deben evitar este calzado. Pueden hacerse "heridas, golpecitos, sequedad en el talón. Y si somos diabéticos no tenemos dolor no sentimos molestia y cuando nos damos cuenta el problema ya ha aparecido y tenemos la infección", lamenta el experto.
El calzado para el verano
En este contexto, el doctor Villalta recomienda que el calzado para el verano sea de "tejidos naturales, pero sobre todo de materiales tipo piel". Lo importante es que los zapatos que se elijan "transpiren y que no nos provoquen esa sensación de agobio y que vamos con el pie cocido", destaca el experto, que también desaconseja el tacón. Hay que "llevar un poco de cuña de dos o tres centímetros; un poquito de plataforma", apunta el decano de COPOMA.
Asimismo, el doctor Villalta alude a la necesidad de que el pie vaya protegido con 'pinkies' o calcetín pequeñito. "Que el pie vaya protegido dentro del zapato", indica el experto. Lo ideal, por lo tanto, son las deportivas hechas de materiales como piel, con algo de plataforma y con calcetines.
En el caso de los niños, el experto recomienda lo mismo. "Para uso habitual y diario el calzado debe ser protegido; de productos naturales. Un zapato tipo deportiva y, si es posible, cerrado y con calcetines", explica el doctor Villalta.
"Estamos hablando del cuidado del pie. El pie es el órgano que nos transporta, que está en contacto con el suelo y nos mantienen todo el edificio estático y en orden. Si no somos capaces de cuidarlo, vamos a generar muchos problemas", concluye el decano de COPOMA.