Este viernes, como cada 31 de mayo, se celebra el Día Mundial sin Tabaco. Una cita que la Organización Mundial de la Salud instauró en 1987y que trata de resaltar y concienciar sobre los riesgos para la salud que tiene esta adicción, además de promover políticas y hábitos saludables para reducir el hábito.
Una jornada cuyo lema es la imagen de un cenicero y una rosa y que trata de recordar que el tabaquismo es la principal causa prevenible de defunción en todo el mundo, ya que una décima parte de la población adulta fallece por enfermedades causadas por el tabaco.
Así, si bien suele coincidir con año nuevo la promesa más habitual de dejar de fumar, este 31 de mayo suele ser otro de los días en los que se vuelve a intentar el abandonar esta adicción, algo que no es sencillo, puesto que se estima que más de la mitad de las personas que lo intentan, fracasan.
El motivo de este fracaso no se debe al desconocimiento de los efectos nocivos del tabaco, ya que hoy en día todos los fumadores son conscientes del riesgo que supone esa práctica para su salud (más de 56.000 muertes en España en 2016). Por ello, el foco está puesto en los medios utilizados para dejar de fumar.
A los ya tradicionales (como el dejarlo de golpe o utilizar parches o chicles de nicotina), se han comenzado a sumar otros métodos cuya eficiencia y riesgo para la salud no están demostrados, como son el cigarrillo electrónico o el ‘vapeador’. Asimismo, la ayuda profesional cada vez es más habitual, y esta puede ir desde la asistencia a cursos por personas especializadas (normalmente psicólogos, neumólogos o alguien con conocimiento del tema) hasta, inclusive, la hipnosis (si bien tampoco está demostrada del todo su eficacia).
Eso sí, lo que está claro es que un abordaje multidisciplinar y un seguimiento adecuado nos ayudarán a sobrellevar la ansiedad, la dependencia y otras cuestiones asociadas a dejar los cigarrillos.
Cada vez se empieza antes a fumar y el gasto medio se sitúa en unos 900 euros al año
En España, una de cada tres personas es fumadora y, de hecho, la edad de empezar cada vez es más temprana (según los últimos estudios, en nuestro país se sitúa antes de los 14 años). Cierto es que el número de fumadores que quiere parar de serlo ha aumentado con el paso del tiempo y actualmente se cifra en torno al 80%, si bien esto quiere decir que uno de cada cinco fumadores no quiere dejarlo.
Además, el 41% de quienes han querido abandonar el tabaco sin éxito lo han intentado entre una y dos veces, mientras que el 17% restante ha tratado de hacerlo en más de tres ocasiones, muchas veces recayendo a los pocos días.
Igualmente, si el principal motivo para dejar el tabaco es la salud y los problemas que se tienen debido a esta adicción, la cuestión económica no es baladí, ya que el gasto medio se sitúa en unos 900 euros al año (el precio medio de la cajetilla es poco más de 4,5 euros, y el fumador medio fuma algo más de una cajetilla cada dos días).
De hecho, se considera que una medida disuasoria para los jóvenes que no han empezado a fumar sería, más allá de aumentar y endurecer todas las leyes y prohibiciones que se han instaurado, encarecer el precio del tabaco.
Métodos para dejar de fumar
Solo dejar de fumar
Evidentemente el método más barato. Simplemente dejar de fumar. Este es el sistema que tiene coste cero, pero quizá no apto para todo el mundo, ya que la adicción y la fuerza de voluntad no es la misma en todos los casos.
Sustitutos de la nicotina del tabaco (chicles, parches, espray…)
Los sustitutos del cigarrillo con nicotina como chicles o parches son un método clásico para dejar de fumar. Es un método económico. Los chicles tienen más o menos un precio de 50 céntimos por chicle (entre 8 y 12 chicles diarios), los parches unos cuatro euros por unidad (1 parche al día) y el spray unos 30 euros el frasco de 150 pulverizaciones (entre 10 y 15 al día). Es decir, con estos métodos una persona gasta de media cuatro euros al día.
Filtros
Se trata de filtros que se ponen el cigarrillo y reducen la nicotina y el alquitrán proveniente de la combustión. Reduce los efectos y ayuda a dejar de fumar. El coste por filtro es de aproximadamente 20 céntimos. Por lo que una persona gastará de media 2,4 euros diarios con este sistema.
Cigarrillos electrónicos
Los cigarrillos electrónicos tienen muchos formatos. Su precio puede rondar los 20 euros, y las recargas (60 cigarros por carga) unos tres euros. Existe gran variedad de sabores, con y sin nicotina. Si se consumen de igual manera que los cigarrillos normales, cada día de vapeo cuesta 5 euros.
Tratamiento farmacológico
Los dos principales tratamientos farmacológicos son el Bupropión y la Vareniclina. Ambos necesitan prescripción médica y no están cubiertos por la seguridad social en la mayoría de las comunidades. El precio del Brupropión en formato de 30 comprimidos es de algo más de 16 euros, y en el caso de la Vareniclina de 25 comprimidos el coste es aproximadamente 58 euros.
Terapias alternativas
Tratar el tabaquismo a través de acupuntura, hipnosis y otras terapias tiene un coste variable, dependiendo de la técnica y el terapeuta.
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