¿Quién no ha regalado alguna vez bombones por San Valentín? Es un acierto casi seguro. Pocos pueden resistirse a este dulce y ocasional capricho, aun sabiendo que también es una pequeña bomba calórica. Pero probablemente también sean pocos los consumidores conocedores del elevado procesado de algunas marcas, tal y como advierte la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) tras analizar 11 conocidas cajas de bombones con distintos rellenos y sabores.
Lo primero que llama la atención de los técnicos de OCU es la variada mezcla de grasas: 8 de las 11 cajas de bombones seleccionadas sustituyen parte de la manteca de cacao por otras grasas más baratas, como la palma, el palmiste, la shea, el coco, o la grasa láctea. De hecho, alguna caja suma hasta cuatro grasas diferentes en un mismo bombón.
También criticable, por tratarse de una medida que reduce la calidad de los bombones con el único propósito de reducir el coste, es sustituir parte del azúcar por jarabes de glucosa. Una circunstancia que se observa en 3 de los 11 productos analizados.
Otro defecto habitual en algunos bombones es el llamado “Fat Bloom”, y que lastra su calidad
El ultraprocesado afecta sin duda a la calidad del bombón, pero también lo hacen el propio diseño del producto (cuando la cubierta de chocolate que rodea el relleno es demasiada gruesa), el exceso de azúcar (que anula el sabor del cacao) o el “Fat Bloom”, unos puntos blancos de grasa que aparecen por mala conservación, aspectos que se valoran en las pruebas de degustación realizadas por un panel de expertos pasteleros. Ojo, frente a valoraciones de cata que apenas superan el aprobado, otras son buenas o incluso muy buenas, como sucede con los dos productos con mejor calificación global.
Ferrero Rocher. Precio: 5,89 €/200g (29,45 €/kg). Bombón de agradable presencia. Es una bola de chocolate con leche con trocitos de frutos secos que baña un fino barquillo relleno de praliné de avellana. Se caracteriza por tener un sabor equilibrado y una buena textura.
Pocket Coffee espreso. Precio: 4,89 €/225g (21,73 €/kg). Responde al tradicional bombón relleno con una fina capa de chocolate negro, y un interior de cremoso con café azucarado. Se caracteriza por la potencia de sabor y su cuidada capa de chocolate exterior.
El coste de la caja de bombones es sin duda otro factor a tener en cuenta, ya que hay significativas diferencias entre las marcas seleccionadas: de 17,50 €/kg a 52,38 €/kg. Lo mismo ocurre con su aporte nutricional, ya que entre las cajas analizadas hay todo tipo de rellenos: praliné, café, coco, licor, unas veces de la misma variedad, otras veces mezclados.