Cada vez son más los internautas que deciden aportar su granito de arena en las reseñas de Google para dar a conocer su opinión sobre distintos locales. Sin embargo, son muchos los que aprovechan para descargar su ira sin miramientos.
Esto es lo que le ha pasado a una usuaria que fue por lana y salió trasquilada. La supuesta cliente de este bar se quejaba de que los camareros les habían echado del restaurante a las cinco de la tarde porque "tenían que descansar". A lo que además añade que: "Cuando tenían que cerrar por la pandemia se quejaban, ahora no"
Quizá lo que no esperaba esta usuaria era el 'zasca' que se iba a llevar con la contestación del propietario del local:
“Lamentamos mucho que no le guste nuestro horario de atención al cliente, pero resulta que nuestros camareros son seres humanos y tienen el mismo derecho a descansar que todos”, respondía. “Ellos se pierden festivos, bodas, comuniones, comidas en familia, etc. para atender a personas como usted. Para añadir algo más a su comentario le recordamos que ese día estuvimos abiertos toda la tarde, hasta la cena, por lo que ponemos en duda la veracidad de su comentario”.