La consejera de Sanidad, Verónica Casado, informó hoy de que el ritmo de contagios muestra una tendencia descendente “de forma general” en Castilla y León, al igual que se está evidenciando a nivel nacional, con una incidencia acumulada de 845 casos por cada 100.000 habitantes en los últimos 14 días, aunque apostilló que los datos consolidados del Sistema de Información Epidemiológico sitúan a la Comunidad en 941 casos por cada 100.000 habitantes en dos semanas.
A pesar de esta tendencia decreciente, Casado apostilló que la situación en la Comunidad sigue siendo “de alerta extrema” por lo que llamó a la máxima cautela. La consejera recordó que el pasado 27 de julio se empezaron a incrementar los casos, un incremento paulatino que siguió desde el 1 de septiembre y el 1 de octubre se registró un aumento “de forma importante”. No ha sido hasta el 26 del mes de octubre cuando se ha detectado “un pequeño descenso” que se prevé que pueda estabilizarse.
De cualquier manera, la consejera apeló, a la finalización del Consejo de Gobierno, a “toda la cautela” porque recordó que “no es la primera vez que hay dientes de sierra” y tras un descenso se coge “impulso” de nuevo con una tendencia negativa. Dentro de esta situación epidemiológica de la Comunidad, la consejera hizo una referencia a la ciudad de Burgos, lo que ha llevado a incrementar las medidas restrictivas ante su situación “preocupante”.
Casado se refirió a aquellos casos con mayor incidencia acumulada que corresponde “en general” a zonas con mayor densidad de población. “Estamos en una Comunidad con muchos pueblos pequeños que afortunadamente tienen incidencia muy baja” pero llamó a ser “muy cuidadosos” con estas zonas dispersas. “Tenemos que conseguir que el mapa se convierta poco a poco en zonas más naranjas hasta que sean verdes”, reclamó.
Por provincias, Casado reconoció que “llama poderosamente” la situación de Burgos, con una tendencia creciente. En Ávila se ha registrado un descenso, León “sigue creciendo pero no de forma tan intensa”; Palencia tiende a la contención; ligero descenso en Salamanca y también en Segovia; pequeño crecimiento en Soria, contención en Valladolid y ligero descenso en Zamora.
En cuanto a la incidencia acumulada en los últimos 14 días, Casado reconoció que “no todos los sitios son iguales”. Según los últimos datos aportados por la Consejería de Sanidad, esta incidencia en dos semanas alcanza los 746 casos por cada 100.000 habitantes en el caso de Ávila; 1.234,04 en Burgos; 802,39 en León; 1.027,46 en Palencia; 903,31 en Salamanca; 472,15 en Segovia; 713,03 en Soria; 1.077,09 en Valladolid y 1.009,63 en Zamora.
En cuanto al índice de reproducción del virus, Casado lo situó en 0,93. “El 23 de octubre este índice era alto y es lo que nos está dando ahora las tasas que tenemos de ingresos en los hospitales y en las UCI” pero confió en que este descenso de este índice “se mantenga” porque “esto puede querer decir que en 14 días haya tendencia al descenso”, confió.
Para ello, mantuvo que se generalizarán los test de antígenos de segunda generación en la Comunidad con el fin de proceder a la rápida detección de los positivos por COVID-19. “Van a ser muy generalizadas” tanto en Atención Primaria como en Atención Continuada y en Urgencias para detectar “rápidamente” a las personas que, aun siendo asintomáticas, puedan estar afectadas por la enfermedad.
Casado recordó que los test de antígenos de segunda generación tienen una sensibilidad “similar” a las PCR en especial en los casos de pacientes asintomáticos. “Esto nos hace que, ante cualquier síntoma respiratorio, se puedan utilizar de forma muy extendida”, declaró.
Pese a esta tendencia descendente en el ritmo de contagios, la consejera de Sanidad se refirió a la presión “en aumento en los centros hospitalarios, donde hay ingresados 1.716 pacientes con COVID-19, de los que 1.486 están en planta y 230 en las unidades de críticos. Esto supone una ocupación general en planta del 73 por ciento (el 25 por ciento de COVID) y en las UCI extendidas del 70 por ciento. Casado recordó que en el inicio de la pandemia se contaba con 166 camas, y con la puesta en marcha de nuevas camas se ha llegado a 236 pero ahora hay 393 camas habilitadas para atender a la unidad de críticos.
Durante su comparecencia, la consejera recordó que hasta el mes de octubre se han invertido 253 millones en la lucha contra la COVID, con una dotación de 81 millones en personal, para la contratación de más de 3.000 sanitarios lo que ha provocado que las bolsas estén vacías, y otros 97 en equipos de protección.
Exceso de mortalidad
En las últimas 24 horas han fallecido 32 personas. En relación al exceso de mortalidad, Verónica Casado se refirió al Informe MoMo que cada semana publica el Instituto Carlos III que compara la mortalidad de un periodo con el mismo del año anterior. Atendiendo al corte del 6 de noviembre, la consejera de Sanidad cifró en 507 el número de pacientes fallecidos por encima de los del año pasado, lo que sitúa a la Comunidad en el séptimo lugar en cuanto a exceso de mortalidad.
En relación a la tasa de mortalidad evitable por cada 100.000 habitantes, Castilla y León también se sitúa la séptima, con 20,54 por cada 100.000 habitantes, lejos de otras comunidades como Aragón (98,84), Castilla-La Mancha (46,97) o Andalucía (44,6). “Esto no nos consuela”, declaró la consejera, quien apostilló que estas cifras hacen referencia al exceso total de mortalidad, no solo por COVID, aunque reconoció que la pandemia “puede ser el artefacto más importante”.
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