En una mañana soleada, familiares, amigos, instituciones y aficionados a las motos llegados de toda España se reunían en el Circuito Urbano Ángel Nieto, en el Polígono de la Hiniesta para rendir homenaje al recientemente fallecido motorista zamorano. En esta 4ª edición de la exhibición de Carrearas Clásicas de Motos pasaba a renombrarse y añadía a su nombre “Memorial Ángel Nieto”.
“Hasta sin estar con nosotros, nos sigue empujando”, señalaba Quique González, Presidente de la AMZ, quien se mostraba muy contento de que la familia haya podido asistir a este homenaje. Como señalaba el propio Quique haciendo referencia al éxito de esta 4ª edición, “la gente de Zamora ha respondido muy bien, pero también la gente de fuera, hay gente de Cádiz, Barcelona, Alicante, gallegos, asturianos, portugueses, 3 franceses.”
Antes del minuto de silencio, Quique González presentaba a todos los familiares que se acercaron hasta Zamora para recordar a Ángel Nieto. Entre ellos, su hijo más pequeño Hugo, quien entre lágrimas agradecía a Zamora por este homenaje y a todos los que habían acudido a esta cita. También acudieron su viuda Belinda, sus hermanos, Manolo y Esperanza y varios sobrinos.
El momento más emotivo lo provocaba Valentín Requena, mítico comentarista de motos y fiel compañero de Ángel. Pronunciaba un discurso que hizo saltar las lágrimas a más de algún aficionado que allí estuvo, repasando la vida y momentos anecdóticos que él había vivido con Ángel. Para acabar, Requena hacía una reflexión en forma de reclamo personal y nombre de gran parte de los aficionados al deporte, se preguntaba por qué a uno de los deportistas más laureados de la historia de España no se le había concedido nunca el Premio Principe de Asturias.
Al acto también acudían el Alcalde de Zamora, Francisco Guarido, y la Presidenta de la Diputación Provincial, Mayte Martín Pozo. Ambos aprovechaban este día tan especial para darle una pequeña sorpresa a la familia en nombre de la ciudad y la provincia de Zamora.
Tras la parte protocolaria, todos los motociclistas que participaban en esta exhibición y familiares se hicieron una foto con un retrato de Ángel Nieto y dos motos que quedarán siempre para la historia.
Para acabar, todos los ciudadanos que subieron hasta el Polígono de la Hiniesta y todos los moteros que habían venido hasta Zamora disfrutaron del homenaje que más le podía gustar a Ángel: escuchar el rugir de las motos.
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