Otro año más, los zamoranos se citaron en torno a la hoguera de San Juan. Todo en una noche en la que jóvenes y mayores celebran el inicio del verano, la llegada del buen tiempo, y en el caso de los jóvenes también el final del curso académico.
Pero también la hoguera tiene su doble versión cristiana y pagana. En este último caso, la noche de las hogueras se asocia a una jornada mágica, un momento en el que el fuego purifica, se deja atrás lo malo de todo el año y se piden deseos para los meses que llegan por delante.
En definitiva, una noche mágica y larga en la que los zamoranos volvieron a cumplir la tradición y abarrotaron el aparcamiento de la Ciudad Deportiva para contemplar cómo las llamas devoraban los malos momentos.
Tras eso, los peñistas acudieron a la llamada de la Selvatika Summer Party XL y el espectáculo no decepcionó. Luz, sonido, actuaciones sobre el escenario y una variada selección de temas musicales que no permitieron a jóvenes y adultos descansar ni un segundo.
Fue una noche típica de principio de fiesta, con todos los zamoranos cargados de energías y deseando aprovechar una de las noches más mágicas de año.