El número de víctimas mortales en accidentes de moto casi se ha triplicado en Castilla y León en los últimos diez años. En 2010 se contabilizaron 10 fallecidos, cifra que aumentó a 27 en 2023, según datos de la Dirección General de Tráfico (DGT). Este incremento contrasta con el aumento más moderado del 8,8 % en el total de víctimas por accidentes de tráfico en la comunidad, que pasó de 125 en 2010 a 136 el pasado año.
Zamora, entre las provincias con menos fallecidos
En el desglose provincial, Zamora acumula 20 víctimas mortales desde 2014, situándose entre las provincias con menos siniestros graves. León encabeza la lista regional con 41 fallecidos, seguida de Ávila (34) y Valladolid (27). Por otro lado, Palencia (7) y Soria (8) registraron las cifras más bajas en el mismo periodo.
Aumenta la vigilancia en carreteras peligrosas
El incremento de fallecidos ha llevado a la Guardia Civil a intensificar la vigilancia en tramos peligrosos. En provincias como Ávila y Burgos, se han implementado motocicletas camufladas para sancionar infracciones graves, especialmente durante los fines de semana. Estas motos, equipadas con alcoholímetros y otros dispositivos, colaboran con los agentes uniformados para reducir las situaciones de riesgo.
Un perfil definido de las víctimas
El perfil más común de las víctimas mortales es el de un varón de entre 35 y 64 años, con más de diez años de experiencia en la conducción. Además, ocho de cada diez accidentes ocurren en carreteras convencionales y más de la mitad, los fines de semana. Las motos de alta cilindrada están implicadas en dos de cada tres casos, y muchas veces los siniestros se deben a salidas de vía.
Con 317 motoristas fallecidos a nivel nacional en 2023, el aumento de la siniestralidad en este grupo es alarmante. Factores como el crecimiento del 13 % en las matriculaciones de motocicletas y su mayor uso para desplazamientos podrían estar detrás de esta tendencia.
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