La procesión del Corpus Christi volvió a congregar a miles de zamoranos que salieron a las principales calles de la capital zamorana para honrar el cuerpo de Cristo. Tras la Santa Misa en La Catedral oficiada por el Obispo de Zamora, la procesión partió desde el principal templo de la capital para llegar hasta la Plaza Mayor en un ambiente veraniego, ya que los termómetros rozaron los 35 grados.
Con los gigantes y cabezudos y La Tarasca presidiendo el cortejo, llegaba el momento más esperado para los cientos de padres y madres que veían como sus hijos, que este año han tomado la Primera Comunión, desfilaban por el Casco Antiguo de la ciudad. A continuación, los pendones de las diferentes cofradías de Zamora y para cerrar la procesión el culto al cuerpo de Cristo. Para amenizar el recorrido, la Banda de Cornetas y Tambores de Jesús Nazareno, la Banda de Música de Zamora y diversos grupos de folklore de la provincia se intercalaban entre el cortejo.
Durante el trayecto, todos los participantes de la procesión se encontraron con las calles alfombradas de romero, y con diferentes altares. Además, este año, la Junta Pro Semana Santa colocó al Resucitado en la puerta del Parador Nacional de Turismo. En la Plaza Mayor, al paso del cuerpo de Cristo, los jóvenes que este año han tomado su Primera Comunión lanzaban pétalos en una petalada que dejaron la principal plaza de la capital con un manto lleno de color.
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