El volumen de negocio de Caja Rural aumentó un 8,1% en el 2016 para alcanzar un total de 2.839 millones de euros. Esta cifra consolida la buena tendencia mostrada en el 2015 por la entidad financiera, que mantiene su crecimiento basado en el "modelo de cercanía". Así lo ha explicado el director general de la empresa, Cipriano García, en la rueda de prensa que ha concedido junto al presidente, Nicanor Santos, para presentar el balance del ejercicio pasado.
En ese sentido, cabe destacar también que Caja Rural ha logrado mantener la concesión de nueva financiación a empresas y particulares. La entidad sigue moviéndose en la horquilla que va de los 450 a los 500 millones anuales. En el 2016, fueron 460. Cipriano García ha destacado especialmente las nuevas operaciones de préstamos, que han aumentado en un 7,4%.
Por otro lado, las operaciones crediticias de naturaleza hipotecaria avalan el dominio de Caja Rural en el conjunto de la provincia. Durante el 2016, desde la entidad financiera, se concedió el 57,1% del total de los saldos hipotecarios firmados en Zamora. En el 2015, apenas había alcanzado el 43%.
En cuanto a la inversión crediticia productiva se refiere, el crecimiento de Caja Rural es del 6,1%, el doble que en el 2015 e idéntico a lo que pierde el conjunto de las entidades bancarias que trabaja en la provincia. Este dato va unido al aumento histórico que ha alcanzado la empresa dirigida por Cipriano García en el ámbito de los recursos gestionados, un incremento del 10,2% que es un techo para la Caja.
Asimismo, los recursos propios de la entidad alcanzarán los 170 millones de euros, 110 de ellos para reservas; la tasa de morosidad queda fijada por debajo del 7%, cuando la media nacional se acerca al 10%; y la ratio de solvencia llegará al 16,6% una vez se celebre la próxima asamblea de Caja Rural: "Es muy superior al mínimo exigido", ha advertido Cipriano García. Finalmente, el ratio de eficiencia empeora ligeramente con respecto al 2015, aunque se queda en el 44%, mucho mejor que la media, situada en el 60%.
En conclusión, unos datos "muy satisfactorios" para Caja Rural, que logró un beneficio de 10,8 millones de euros en el 2016 (un 33,7% más que el año anterior) y que consolida su buena tendencia tras capear la crisis.