Esta Asamblea se inserta en el proceso que iniciado hace diez años de superación de IU partido político, “para seguir caminando hacia una IU más ágil, más flexible y más movimiento popular”. Es un mandato de la XI Asamblea Federal que quedó recogido en el documento político organizativo y en una de las disposiciones transitorias de los Estatutos Federales. Su objetivo es buscar la síntesis para seguir avanzando en la construcción de una Izquierda Unida movimiento político y social.
Para la elección de delegados se han presentado dos listas: una liderada por José Sarrión, que ha obtenido 49 votos, es decir, el 66,2%, y la segunda, encabezada por el zamorano Miguel Ángel Viñas, con 24 votos, e 32,4%. En la votación se ha producido un voto en blanco.
Por todo ello, en esta próxima Asamblea por un Nuevo Modelo Organizativo y Estatutos, IU quiere consolidar y profundizar algunos de estos cambios organizativos que ya acordó en su última asamblea federal. El documento que sirvió entonces de base, "Una IU para un Nuevo País", fue apoyado por 70% de la militancia de la organización. Estos cambios ayudarán a seguir avanzando hacia el movimiento político y social, “ejemplar y democrático, transformador y pegado al territorio”, que IU quiere ser, alejándose a su vez “del modelo de partido clásico al que tanto se había acercado en los últimos años”.
Para que todos estos cambios se hagan realidad IU plantea diversas medidas concretas que se someterán al debate de la militancia de IU. “Proponemos, por ejemplo, que el principio de ‘una persona un voto’ quede reflejado en todos los procesos de elección de candidaturas, tanto externas como internas, y que el sufragio universal sea de obligado cumplimiento para todos los procesos. Se pone en marcha La Comunidad, un nuevo espacio de agregación y participación en el movimiento político y social que estamos construyendo con este proceso. Todo pasa por facilitar la participación y fortalecer con ello nuestra apuesta política”, exponen.
IU busca también aumentar la corresponsabilidad y solidaridad federal, a través la racionalización de la gestión económica para adaptarse a los nuevos requisitos de la Ley de Financiación de Partidos Políticos, así como unificar las cuotas.
Del mismo modo, se propone seguir dando pasos para la homogeinización la estructura jurídica de IU, lo que es una condición necesaria para avanzar hacia el movimiento político y social. “No se busca en ningún caso que las federaciones pierdan sus siglas. Las federaciones conservan su autonomía y competencias reguladas en los estatutos de Izquierda Unida. Se trata de abrir un debate jurídico-estatutario sobre las federaciones que tienen registradas sus siglas en el Ministerio del Interior para resolver las dificultades que supone la actual estructura jurídica de IU”, explican.
En este sentido, recordar que en la XI Asamblea Federal se acordó que se hacía “imprescindible la correcta aplicación del principio de federalidad, entendiendo que las decisiones estratégicas son compartidas y elaboradas por todas y la aplicación de la política aprobada se adaptará a cada realidad territorial pero sin que contravenga lo aprobado o genere desigualdades entre territorios”.
En definitiva, Izquierda Unida busca ser “un instrumento útil al servicio de las clases populares, en defensa de lo público, inserto en el conflicto y ejemplar en la institución. Convertirse en un auténtico movimiento político y social, anticapitalista, republicano y federal. Sólo así podrá ofrecer un proyecto de país nítido que dé una respuesta firme desde la esperanza ante el avance reaccionario”.