La popularidad y el arraigo de este canto de vendimia se ha convertido en el aliento de los vecinos del Casco Antiguo durante la cuarentena. Uno de los residentes de la rúa de los Francos ha abierto su balcón al folclore zamorano para compartirlo con toda la vecindad y animar así los días de aislamiento social.
Una nueva muestra de la originalidad de los zamoranos y sus ganas de compartir su talento con los vecinos con el único objetivo de alentar en esta difícil crisis sanitaria.
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