El confinamiento hasido muy duro para todos, pero en el caso del zamorano Ángel Fernández fue aúnpeor. Con claustrofobia diagnosticada sintió que el mundo se le caía encimacuando se decretó el estado de alarma. En la solidaridad encontró el paliativoa su enfermedad, además de poder ayudar a los demás.
La chaquetilla de CruzRoja ha sido su salvavidas, en una historia de superación de la que se hanhecho eco los medios nacionales. Esta es la historia de Ángel Fernández: